El Plan Especial de Ciutat Vella únicamente permitirá el alquiler "no profesional" de viviendas
El Ayuntamiento de Valencia no permitirá poner en el mercado apartamentos turísticos «profesionales» (aquellos cuyo alquiler se gestiona de forma organizada, por canales de distribución turística) ni más hoteles en el centro de la ciudad. La restricción sólo tendrá dos excepciones: los edificios singulares, cuya situación se estudiará caso por caso, y el barrio de San Francesc, donde el consistorio sí permitirá usos terciarios aunque sólo en edificios completos que, además, deberán guardar una distancia mínima entre ellos de 150 metros. Así consta en el Plan Especial de Protección de Ciutat Vella que presentó ayer el concejal de Urbanismo, Vicent Sarrià, y que será sometido a información pública en los próximos días.
El consistorio, sin embargo, sí abre una puerta a que se puedan alquilar viviendas de forma turística en Ciutat Vella: los propietarios que tengan un piso en el centro de la ciudad podrán alquilarlo por un periodo máximo de 60 días al año si están empadronados allí, es su vivienda habitual, dispone de la correspondiente «cédula de habitabilidad» y no hay una prohibición expresa de la comunidad de vecinos. Sarrià explicó que, si se dan estas circunstancias, el consistorio no considera que la vivienda registre una actividad económica y, por tanto, tendrá una calificación de residencial vivienda turística ocasional. La intención del consistorio es avalar las prácticas de economía colaborativa que permiten el intercambio de pisos durante los periodos de vacaciones en oposición a aquellas viviendas que son utilizadas con fines exclusivamente turísticos.
La norma tendrá especial incidencia en aquellos apartamentos turísticos que pretendan darse de alta en el registro autonómico, pero también, de alguna manera, en los que ya están inscritos. El concejal aseguró que la norma municipal todavía en vigor impide la instalación de pisos turísticos excepto en plantas bajas y primeros pisos y siempre que no haya colindancia con usos residenciales. Y el 70% no cumplen con este requisito pese a figurar en el registro, ya que la Generalitat no solicitaba hasta ahora la autorización del consistorio. «Para nosotros este tipo de viviendas de uso turístico son ilegales porque no cumplen la normativa municipal y pueden ser objeto de sanción. La Conselleria debe decidir si pide información complementaria a estas viviendas para certificar que cumplen con las normas de los ayuntamientos o no», manifestó el edil de Urbanismo.
El Plan Especial de Protección pretende dar un uso mayoritario residencial a Ciutat Vella y, por ello, se establece una nueva regulación de usos. Hasta el momento, la normativa permitía una compatibilidad de usos en todas las viviendas, una situación que derivó en que muchos edificios pudiesen optar sin limitación a un uso terciario desde el residencial. Algo que el Plan Especial va a cambiar radicalmente fijando usos concretos.
En el documento se establece un subámbito comercial y de servicios que se extenderá por San Francesc y una parte de Velluters. Aquí se permitirá con una mayor flexibilidad la implantación del uso terciario para favorecer la implantación de tiendas y comercios de todo tipo. Otro ámbito hace referencia al comercio tradicional y los establecimientos emblemáticos. En este área se fomentarán actividades originales relacionadas con el edificio para tratar de recuperar el comercio tradicional o vinculadas al comercio de productos de cerámica, textiles, bordados, bolillos, pasamanería, dedicados a la venta de elementos asociados a la cultura, etc. En este ámbito habrá un límite para la implantación de actividades de bares, cafeterias y también restaurantes, ya que deberá haber una distancia mínima entre ellas de 65 metros. La intención, subrayó Sarrià, es que la hostelería, una actividad más lucrativa, no acabe por desplazar definitivamente los negocios tradicionales en este punto de la ciudad.ARTÍCULO COMPLETO
No hay comentarios:
Publicar un comentario