Portada de la revista HOSTELTUR del número septiembre-octubre de 2020
Recesión económica
Cualquier crisis económica tiene efectos inmediatos en la demanda de viajes y la recesión provocada por el coronavirus no será una excepción.
En este sentido, el Banco Central Europeo (BCE) prevé una contracción económica de la zona euro para este año de hasta el 8%. Sin embargo, de cara a 2021, la institución prevé un crecimiento del 5%.
Además, con el fin de afrontar los efectos de pandemia en la economía de la zona del euro, el BCE ha decidido mantener las tasas de interés en el mínimo histórico del 0% y también los estímulos monetarios. Por ejemplo, la institución compraría más deuda de un país si su prima de riesgo se dispara en el mercado.
La economía española retrocederá un 13% al cierre de este año y la crisis del turismo explica las dos terceras partes del recorte, según Funcas
Pero cabe recordar que la mayoría de países miembros del G20 sufrieron caídas sin precedentes del PIB durante el segundo trimestre del año, incluyendo mercados emisores estratégicos para España como Reino Unido (-20,4 %), Francia (-13,8 %), Italia, (-12,8 %), o Alemania (-9,7 %).
Por lo que respecta a la economía española, se prevé un retroceso del PIB del 13% al cierre de este año, según el pronóstico de Funcas. “La crisis del turismo explica las dos terceras partes del recorte y el resto se debe a la mayor incertidumbre sobre la demanda interna”, indica la Fundación de las Cajas de Ahorros.
De hecho, Funcas cree que el PIB de España permanecerá por debajo de los niveles precoronavirus hasta 2023 o incluso 2024.
Recuperación en K
Sin la vacuna, es imposible predecir cuándo comenzará a recuperarse la economía.
Pero los analistas advierten: ya sabemos cómo será la recuperación. No habrá un rebote generalizado en forma de V, sino una recuperación asimétrica en forma de K, según apunta un informe de JP Morgan. Unos irán para arriba y otros para abajo.
Entre los ganadores encontraremos a sectores tecnológicos y grandes compañías. En el bando de los que tendrán que remar el doble para salir adelante: pymes y sectores económicos con alta estacionalidad, como el turismo.
En este contexto, las concentraciones empresariales podrían acelerarse. Por ejemplo, es muy significativa para la economía española la fusión de CaixaBank y Bankia. Y probablemente también veremos concentraciones en la industria hotelera, según un reciente informe de Banca March.
Sin vacuna... Y sin confianza para viajar al extranjero
Sin la vacuna, también será muy difícil predecir en qué momento la gran mayoría de los consumidores volverá a tener suficiente confianza para viajar de nuevo a otro país, teniendo que transitar de nuevo por aeropuertos, subiendo a aviones y siendo muy conscientes esta vez de que se encontrarán a miles de kilómetros de la seguridad de su hogar.
Según la OMT, las llegadas de turistas internacionales se redujeron en un 65% durante la primera mitad del año. “Se trata de un desplome sin precedentes causado por el cierre de las fronteras en todo el mundo y la introducción de restricciones de viaje como respuesta a la pandemia”, indica la institución.
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Ahora bien, al principio del verano las fronteras comenzaron a abrirse -al menos dentro de la UE- y ello no se tradujo automáticamente en una recuperación inmediata del turismo internacional. Todavía había miedo.
España, por ejemplo, apenas recibió 2,5 millones de turistas extranjeros en el mes de julio, frente a los casi diez millones de julio del año pasado (un 75% menos).
De hecho, no es coincidencia que los destinos españoles que peor parados han salido este verano hayan sido por un lado las ciudades (lugares que se asocian a multitudes) así como Baleares y Canarias, dependientes de un modo de transporte que millones de personas han preferido evitar este año, los aviones.
Gana el turismo doméstico...
En cambio, el turismo doméstico ha permitido que destinos alternativos al sol y playa y a las grandes urbes hayan aguantado mejor la temporada.
“Durante la crisis hemos visto que en destinos de interior y de montaña ha habido visitantes buscando destinos menos masificados, así como una serie de nichos de mercado que se han comportado mejor”, apunta Pedro Marco Hernández, director general del grupo hotelero Inturmark, que opera varios establecimientos en el Pirineo aragonés.
En cualquier caso, añade, “la crisis igualmente nos ha golpeado muy duro en los destinos de montaña: hemos perdido la primavera, la actividad en verano comenzó mucho más tarde y ahora se nos presenta un otoño con un alto grado de incertidumbre”.
"Mucha gente ha llamado a nuestros hoteles preguntando por las medidas COVID y prácticamente la totalidad de esas llamadas han acabado en reservas"
Aunque siempre se pueden extraer lecciones de una crisis: “Mucha gente ha llamado a nuestros hoteles preguntando por las medidas que teníamos implantadas para el COVID y prácticamente la totalidad de esas llamadas han acabado en reservas. Esto nos ha hecho reforzar nuestra apuesta por la venta directa, considerando a nuestros recepcionistas como una importante fuerza de ventas, alos que hemos dotado de herramientas para cerrar ventas, a modo de ofertas de última hora, upselling, crossselling, etc".
"Muchos de estos clientes directos lo han sido por primera vez, han venido a conocer nuestro destino porque les daba mayores garantías que otros más masificados. Esta es una gran oportunidad para demostrarles el valor de nuestra oferta y tratar de fidelizarlos”, indica Pedro Marco en su post Convertir la crisis en oportunidad, también con la Covid-19 publicado en la Comunidad Hosteltur.
... Y pierden las ciudades
En las ciudades, sin embargo, la historia ha sido muy diferente.
“Tras salir del confinamiento en junio, se planteó un verano con ciertas expectativas de recuperación. De hecho, cuando se abrieron los primeros hoteles en Barcelona las ocupaciones iban relativamente bien. Pero ha habido rebrotes y la temporada de verano ha sido muy mala”, reconoce Eduard Torres, presidente del consorcio Turisme de Barcelona.
De hecho, según datos del Gremio de Hoteles de la ciudad, prácticamente el 75% de los establecimientos estuvieron cerrados y la ocupación media rondó el 10%.
“Estamos viendo una dura competición porque todo el mundo está haciendo nacionalismo turístico, potenciando las staycations"
Eduard Torres advierte además que la rivalidad entre destinos se intensificará a raíz de la pandemia. “Ya estamos viendo una dura competición porque todo el mundo está haciendo nacionalismo turístico, potenciando las staycations. De hecho, los destinos más resilientes a nivel europeo en 2020 son los países centroeuropeos, los que han dejado de emitir viajeros y se los han quedado ellos”.
De este modo, las staycations se han revelado como un producto al alza que -atención- podría consolidarse en el futuro en los mercados emisores del centro y norte de Europa.
Destinos competidores
Por otra parte, las cuarentenas y las recomendaciones de no viajar a España han beneficiado a otros destinos rivales, como Grecia, Portugal o Turquía.
Cabe recordar que Alemania desaconsejó viajar a Turquía este verano y sin embargo el 4 de agosto se hizo una excepción con las regiones de Antalya, Izmir, Aydin y Mugla, sus destinos turísticos más importantes. Además, a partir del 10 de agosto se restablecieron conexiones chárter con Rusia. ¿Cómo lo lograron?
“El Aeropuerto de Antalya cuenta ahora con un centro con capacidad para realizar 20.000 test por día"
La clave fueron los protocolos de sanidad implantados en los hoteles y la obligación de hacer un test PCR 48 horas antes de salir del país. “El Aeropuerto de Antalya cuenta ahora con un centro con capacidad para realizar 20.000 de test por día, que ha funcionado sin incidencias”, explica Ece Tonbul, directiva de la cadena turca Paloma Hotels.
“Otra ventaja de los resorts de verano turcos es que la mayoría de instalaciones están al aire libre y tenemos hoteles muy grandes donde se puede gestionar mejor la distancia social”, explicó esta directiva.
“Hemos pasado un verano muy difícil pero también hemos aprendido mucho durante el camino. Turquía ha superado de manera exitosa los desafíos del COVID y creemos que tendremos que operar bajo estas mismas circunstancias al año que viene”, indicó Ece Tonbul.
Travel shaming
Si la prevención de los consumidores europeos a ir de vacaciones a otro país de la UE sigue siendo alta, todo se complica aún más si tratamos de imaginar cuándo se recuperarán los viajes turísticos de larga distancia.
Veamos el caso de Japón. Cerca de 130.000 turistas españoles viajaron al país del sol naciente el año pasado, pero desde el pasado 30 de marzo las autoridades niponas prohíben las entradas a viajeros de Europa y EEUU. Por otra parte, 686.000 japoneses visitaron España en 2019, con un gasto en destino superior a la media. ¿Cuándo se podrá restablecer este flujo de viajeros?
“Algunos turoperadores japoneses están preparando catálogos de destinos españoles para restablecer su actividad en el último trimestre de 2020, siempre supeditado a que el Ministerio de Exteriores japonés permita viajar a Europa y que en España se pueda contener la propagación de las infecciones”, explica Magí Castelltort, quien hasta 2020 ha sido director de la Oficina Española de Turismo en Tokio y desde septiembre es jefe de la Unidad de Apoyo de la Direccion General de Turespaña.
“Sin embargo, a diferencia de otras crisis, el mayor obstáculo para viajar al extranjero será esta vez la presión social. Se trata de una versión asiática del ‘travel shaming’, en la que familiares, compañeros de trabajo y amigos presionan a los potenciales turistas para que no viajen, alegando que se trata de un comportamiento irresponsable social y sanitariamente”.
Una muestra del ‘travel shaming’ puede observarse en las redes sociales, donde turistas que comparten fotos en Instagram, por ejemplo, comienzan a recibir mensajes de otras personas que cuestionan por qué han ido de vacaciones al extranjero o si realmente tenían que viajar este año.
Medios anglosajones se refieren al travel shaming como "la otra plaga de 2020" y advierten que este fenómeno "crea tensiones" entre los vecinos de una misma comunidad
“Travel Shaming es la otra plaga de 2020”, explicaba recientemente el canal de viajes de la CNN. “Travel Shaming crea tensiones en las comunidades locales”, titulaba la Fox. “Viajar fue una vez moneda social. Ahora podría avergonzarte”, advertía The Washington Post.
Sin embargo, el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, apunta que “en muchos lugares del mundo es posible hacer viajes internacionales de manera responsable y segura, y es imprescindible que los Gobiernos colaboren estrechamente con el sector privado para lograr que el turismo mundial se ponga en marcha de nuevo. La acción coordinada es clave”.
En cualquier caso, el hecho de que ahora surja una presión social contraria a que las personas salgan al extranjero de vacaciones -con el fin de prevenir la extensión del coronavirus- es una tendencia que en parte enlaza con otros movimientos que propugnan un decrecimiento del turismo. Así lo apunta Jordi Ficapal, director de la Cátedra de Turismo Responsable e Innovación en la Facultad de Turismo y Dirección Hotelera HTSI Sant Ignasi.
"Se está construyendo un nuevo relato ‘No viajes porque contagiarás a otros’. Y ojo, porque ese discurso está teniendo eco”
“Existe una corriente antigua, en movimientos alternativos así como en el mundo académico, que viene a decir lo siguiente: el turismo solo es sostenible si es de proximidad. Ahí tenemos por ejemplo el concepto flygskam o ‘la vergüenza de volar’ que popularizó la activista sueca Greta Thunberg”.
“La pandemia ha dado como resultado ese decrecimiento turístico que algunos buscaban y ahora pretenden aprovechar la coyuntura actual para no volver a la situación previa al coronavirus. De ahí que se esté construyendo un nuevo relato ‘No viajes porque contagiarás a otros’. Y ojo, porque ese discurso está teniendo eco”, advierte este experto.
No solo los partidarios del decrecimiento turístico estarían aprovechando el discurso del travel shaming. “Este nuevo relato también sirve a los intereses de muchos gobiernos porque en un momento en que la demanda turística extranjera se ha derrumbado y no hay perspectivas de recuperación hasta el verano de 2021, los países han apostado por potenciar el consumo interno”, indica Ficapal. “Este verano hemos visto claramente cómo se ha potenciado el turismo de proximidad, como fórmula para sostener mínimamente el sector turístico”.
Ahora bien ¿durante cuánto tiempo más podrá sostenerse el sector turístico si todos los países se agarran a la misma fórmula de proteccionismo económico?
Según las estimaciones de la OMT, el regreso a los niveles precoronavirus en términos de llegadas de turistas internacionales llevará entre dos y cuatro años. Y aunque este organismo ha destacado “el potencial del turismo interno para ayudar a impulsar la recuperación económica”, el verano de 2020 ha demostrado que para muchos destinos la demanda interna no es suficiente para garantizar el normal funcionamiento para todos sus hoteles, restaurantes, taxis, comercios, campings, apartamentos, proveedores de alimentos y bebidas, guías turísticos…y un largo etcétera de empresas.
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Este reportaje es la introducción de la revista HOSTELTUR de septiembre-octubre, que se puede descargar como PDF en este enlace.
FUENTE Y ARTÍCULO COMPLETO