La peor temporada en ocho años: cómo se acomoda el turismo en la presidencia de Javier Milei
Se registró una merma del 13% en relación al año pasado, aún faltan contabilizar los datos de febrero. Se priorizaron los destinos nacionales sobre los internacionales.
¿No hay plata para hacer turismo? La aceleración inflacionaria, con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo que conlleva, sumado a la fuerte incertidumbre sobre el futuro de la economía que dominó los últimos meses de 2023 y los primeros del 2024 se anotan para explicar la (hasta ahora) peor performance del turismo de verano en los últimos 8 años, exceptuando el primer verano en pandemia.
Considerando la cantidad de turistas durante diciembre y enero, se registró una merma interanual de 13%. El mes de febrero puede ayudar a mejorar el registro.
El turismo internacional se sostiene y gana participación respecto del turismo interno. En ese sentido, la generación de divisas por turismo receptivo habría alcanzado en 2023 un nivel cercano a los US$ 5.500 millones y se ubica entre los máximos de la última década (estimación preliminar por falta de datos oficiales consolidados). El turismo emisivo, que creció menos que el turismo receptivo, no fue explosivo y eso contribuye a generar un saldo de divisas acotado, algo que colabora con el equilibrio macroeconómico.
El sector turístico venía teniendo un desempeño destacado como generador de puestos de trabajo formales, y se ubicaba 9% por encima del nivel pre-pandemia hasta el mes de octubre. Además, se ubicó entre los primeros generadores de empleo de la economía durante 2023, con un impacto regional muy marcado en provincias y localidades turísticas. El magro desempeño actual de la actividad podría impactar en una desaceleración de la creación de empleo, dependiendo de la evolución del turismo a corto y las expectativas de mediano plazo.
Arranque en frío
El primer termómetro del año para el sector turístico lo constituyen las vacaciones de verano, siendo un momento de descanso y desconexión laboral y escolar. En el caso del verano 2024, ha coincidido además con un periodo de cambios importantes a nivel institucional y económico.
Según los datos que releva la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), durante el primer mes y medio de la temporada (es decir segunda quincena de diciembre 2023 y enero 2024) se movilizaron por el país más de 17 millones de personas. De dicha cifra, el 73% de ellos corresponde a enero.
Si bien los números de la temporada no se encuentran cerrados debido a que la misma aún se está desarrollando, en el primer mes y medio se percibe una importante caída en la cantidad de turistas, cayendo 17% respecto de la temporada 2020 y 13% respecto del 2023.
Con la información disponible hasta ahora, se trata de la peor performance en 8 años salvo por el verano de 2021 en el que impactaron los efectos de la pandemia del covid-19 (aislamiento, restricciones). El desempeño en el mes de febrero aún podría compensar al menos parcialmente esta situación.
La aceleración inflacionaria, con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo que conlleva, sumado a la fuerte incertidumbre sobre el futuro de la economía que dominó los últimos meses de 2023 y los primeros del 2024 se anotan entre las principales causas de esta pobre performance. Es importante notar que del volumen de turistas que hay cada año, 6 de cada 10 viajan entre diciembre y enero.
Por otra parte, utilizando la herramienta Google Trends se puede tener un indicador aproximado del interés por los principales destinos del país, segmentando las búsquedas realizadas en dispositivos en el país. De este modo, podemos contar con una medida de la demanda de turismo interno. Lógicamente, no toda búsqueda web termina impactando en una reserva efectiva, por eso se trata de una mera aproximación, que además permite analizar el fenómeno hasta día de hoy.
Comparando el nivel de búsqueda promedio de estos destinos se observa que durante enero las búsquedas en un nivel relativamente bajo, equivalente a 75% del nivel prepandemia. La segunda mitad de 2023 había tenido esa característica.
Para el mes de febrero 2024, las búsquedas repuntaron ligeramente y se encuentran al 83% del valor que se registró en igual mes, pero de 2019, ello permite anticipar que el segundo mes del año podría traccionar una leve mejoría en el desempeño del turismo de la temporada.
¿El turismo internacional continúa?
El nivel de ocupación hotelera, por su parte, considerando el relevamiento entre asociados de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT) para el mes de enero, se ubicó 6 puntos porcentuales por debajo del correspondiente al año previo, pero resulta de interés examinar el mix de turismo interno e internacional que está prevaleciendo.
En los últimos meses, podemos identificar que parte de la merma del turismo interno pudo ser compensada por una importante afluencia de turistas internacionales. Así, los visitantes internacionales representaron un promedio de 38% en enero de este año, siendo que el año previo para el mismo mes representaban 33%.
En el mes de enero de 2024 los vuelos internacionales se ubicaron en un 85% de los valores registrados en igual mes de 2019, por debajo de la performance de los vuelos de cabotaje (que se ubicaron a un nivel de 95% en la comparación respecto de 2019). La evolución de vuelos también refleja un cambio de tendencia a partir de 2024, que podría ser transitorio, mientras se reacomodan precios relativos y se actualizan (o no) las reglas de juego para el sector aerocomercial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario