Demoliendo (ho)teles: claves para entender la disputa entre músicos y
hoteleros
Un inminente decreto rechazado tanto por las entidades que resguardan los derechos intelectuales como por los hoteleros, volvió a mover el avispero en un conflicto que lleva años sin resolverse.
Los músicos y la cultura en general han sido sectores postergados en las asignaciones presupuestarias de los últimos años y en este contexto de crisis económica evidente cualquier nuevo posible recorte enciende la alarma en los trabajadores de la actividad.
Eso es lo que ocurrió por estos días con un reclamo que se inició desde Córdoba a raíz de la inminente salida de un decreto que modificaría un artículo muy sensible de la Ley de Propiedad Intelectual: el que reglamenta cómo se realiza el cobro de los derechos de autores e intérpretes por la reproducción obras artísticas en establecimientos hoteleros.
Músicos de Córdoba se convocan para rechazar el proyecto que busca modificar la ley de propiedad intelectual
Las entidades reconocidas como sociedades de gestión colectiva en Argentina para resguardar por los derechos de autores e intérpretes son cinco: por un lado tres que tienen que ver con el cine y la televisión, como la Sociedad General de Autores de Argentina (Argentores), la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (Sagai) y Directores Argentinos Cinematográficos (Dac). Por el otro, dos que tienen que ver con la música como la Sociedad Argentina de Autores y compositores de Música (Sadaic) y la Asociación Argentina de Intérpretes (Aadi) y la Cámara Argentina de Productores e Industriales de Fonogramas (Capif), estas dos últimas trabajando en conjunto como un solo ente para el cobro.
En esta disputa con los hoteles, las principales involucradas son las entidades que tienen que ver con la música y la que se alega como más perjudicada es Aadi. Por ese motivo, intérpretes musicales realizaron una convocatoria en conjunto con el Sindicato de músicos de Córdoba en la sede de la asociación en barrio General Paz. Allí había músicos de cuarteto, de folklore, sinfónicos y rockeros, todos unidos en una misma causa.
“Esta modificación destruye al músico intérprete. Es un nuevo atropello”, lanza Víctor Scavuzzo, miembro del consejo directivo de Aadi, con respecto al decreto que busca implementarse y que plantea una nueva fórmula para el cobro de los derechos. Lo más curioso del caso es que el sector hotelero tampoco está de acuerdo con el espíritu del mismo.
“La reglamentación está atada a la cantidad de habitaciones que tiene el establecimiento más allá si están ocupadas o no, lo que plantea una situación injusta. Es como querer cobra por todas las butacas en un teatro”, argumenta Alejandro Moroni, responsable del departamento derechos intelectuales de Federación Empresaria Hotelera y Gastronómica Argentina.
¿Qué dice el decreto?
En su artículo primero y sin dudas el más controversial, determina que “los aranceles mensuales a ser percibidos por el conjunto de las Sociedades de Gestión Colectiva aplicables a un mismo establecimiento hotelero por la ejecución pública de obras y derechos conexos en habitaciones y zonas comunes, no podrán superar el cinco por ciento del valor que surge al multiplicar la cantidad total de habitaciones, por el precio promedio diario ofrecido al público durante dicho mes”. Es decir que le pone un tope al cobro de las entidades y además, establece que “la autoridad de aplicación determinará el arancel correspondiente a cada una de las asociaciones de gestión colectiva”.
A raíz de este último punto, Maroni argumenta que se trata de un retroceso, ya que modificará todos los convenios vigentes con el resto de las entidades. “El problema principal es con Sadaic, ya que el gobierno le aplicó una multa que se niega a pagar”, agrega. Efectivamente, en julio del año pasado la Secretaría de Comercio le impuso el pago de 42 millones de pesos “por cobro excesivo de los derechos de autor”. Sadaic se ampara en un fallo de la Corte Suprema que determina que las habitaciones son espacios públicos y por eso corresponde el cobro por la música que se reproduce en televisores y radios.
¿Pública o privada?
Allí está la gran discusión: lo que pasa en las habitaciones. “Es un lugar privado, hay legislación en todo el mundo al respecto. Si la Justicia quiere ingresar necesita una orden de allanamiento”, explica Moroni. Scavuzzo y las entidades a cargo de los derechos intelectuales opinan lo contrario: “La habitación es pública porque la persona que ingresa no puede ponerse a hacer lo que quiera allí. Sino, que no haya más música ni televisores en esos espacios”.
Mientras tanto, hay temor de que se disparen las demandas de hoteleros, algunas de las cuales ya están en curso. Por eso, desde el Senado se plantea un proyecto de ley (impulsado por la cordobesa Laura Rodríguez Machado del Pro y por Ana María Ianni del FPV, pero aprobado por todos los bloques) que sí cuenta con el apoyo del sector hotelero y que exime el pago de las habitaciones por considerarlas espacios privados. Para Aadi es un despropósito, ya que realmente no son grandes sumas las que dicen cobrar. “Los hoteleros deberían pelear por la baja de impuestos y no querer recortar nuestros derechos”, cierra Scavuzzo y anuncia más acciones en distintas provincias. Por lo que se ve, no hay luz al final del túnel.
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