FIN DE SEMANA DE ANÁLISIS EN REPORTUR
La violencia del independentismo aflige al turismo en Barcelona
V. V. | 14 de diciembre de 2019 3 comentarios
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Hasta hace unos años había dos clichés sobre Cataluña: uno era el ‘seny català’ y el otro ‘la pela es la pela’. Dos tópicos manidos que se asociaban a los catalanes que eran incuestionables y servían de faro para saber que en Cataluña no se perseguían ideas disparatadas ni tampoco se jugaba con el bienestar ni con la prosperidad, como desgrana esta sección Fin de semana de análisis en REPORTUR.
Los sucesos violentos vividos en Cataluña, especialmente en Barcelona, tras la sentencia del ‘procès’ han eclipsado el añorado ‘seny’ y han supuesto un golpe internacional al turismo y a la marca Barcelona. Y a todo ello se une el retraso del partido de fútbol más importante del mundo, el FC Barcelona-Real Madrid, que se suspendió al no poder garantizarse la seguridad, con el consecuente impacto en la reputación, aunque espera jugarse este miércoles 18.
La inseguridad jurídica que supuso la declaración de independencia de Cataluña en 2017 y la marcha de centenares de empresas de la región ha derivado en inseguridad física y en una semana de batallas campales por las calles de Barcelona. Una imagen que ha dado la vuelta al mundo y que ha ocasionado cuantiosas pérdidas económicas para el turismo y el comercio.
Sorprendentemente, la ola de violencia no ha sido condenada por el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra. Antes al contrario, Torra no ha dudado en encabezar manifestaciones e incluso defender la convocatoria de otro referéndum ilegal desde la tribuna del Parlament. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, también criticó “la crueldad” de la sentencia a los líderes independentistas y, aunque ha afirmado que Quim Torra parece más un activista que un presidente de la Generalitat, se le ha reprobado por ponerse de perfil. De hecho, la Guardia Urbana de Barcelona la ha acusado de “irresponsabilidad y dejadez de funciones” por no sacar la unidad antidisturbios. El sindicato CSIF ha reprochado a Colau que haya tenido “acuartelada a su policía” y les impida defender a sus ciudadanos de “aquellos que con violencia queman Barcelona, asaltan los comercios y dañan la propiedad pública y privada”.
El turismo catalán, que ya sufrió en 2017 las consecuencias del referéndum del 1 de octubre que supuso la pérdida de 185.000 turistas y un impacto de 319 millones de euros, se prepara para un impacto aún mayor.
De momento, la venta de las 120.000 plazas del Imserso destinadas a Cataluña se han paralizado. El perfil del viajero del Imserso “quiere, más que ningún otro, calma y tranquilidad, y sentirse querido en el destino, no agredido. No quiere acabar saliendo del autobús y teniendo que arrastrar su maleta por una carretera”, ha declarado César Gutiérrez Calvo, presidente de la Federación Empresarial de Asociaciones de Agencias de Viajes Españolas (Fetave), según recoge ‘El Mundo’.
La ministra de Trabajo en funciones, Magdalena Valerio, ha reconocido que se están anulando reservas de viajes del Imserso a Cataluña porque “no hay muchas personas que quieran ir, y esto no es bueno”.
HOTELES. Los hoteles temen que la violencia independentista desatada en Cataluña vuelva a suponer una caída de las pernoctaciones, como ocurrió en el último trimestre de 2017.
El Gremio de Hoteles y Empresarios de Cataluña han reconocido que algunos hoteles ya han notado un 30% menos de reservas durante la semana del 14 de octubre. La violencia extrema en las calles, con barricadas ardiendo, ataques a la policía, destrucción del mobiliario urbano, bloqueo del aeropuerto de El Prat con decenas de vuelos cancelados, corte de carreteras y negocios cerrados por miedo a la violencia, son un cóctel que disuade a cualquier turista.
Las embajadas de EEUU, Reino Unido, Francia, Portugal, Finlandia y Bulgaria han alertado a sus ciudadanos sobre los riesgos de ir a Cataluña. Javier Piñanes, consejero de Turespaña en Londres, señala que el terrorismo y los conflictos sociales y políticos son dos factores que afectan mucho a los turistas británicos y que tienen un impacto inmediato en los viajes. “Se ponen muy nerviosos siempre que ven problemas en los aeropuertos y que se producen cancelaciones”.
Exceltur, la Alianza Turística que preside Gabriel Escarrer, ha advertido del daño que hacen al turismo los disturbios. “Aunque esto desaparezca en unos días buena parte del daño ya está hecho. Ya hemos aparecido en los medios internacionales al nivel de las revueltas de Hong Kong o de Quito, y hemos generado páginas de información con las revueltas en telediarios de todo el mundo”, lamentó José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, que recuerda que el proceso de recuperación tras el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 fue de un año y medio.
Dos cruceros, uno de Viking Ocean Cruises con 918 pasajeros, que tenía que hacer escala en Barcelona el sábado 19 de octubre fue desviado a Valencia por los incidentes violentos de Cataluña. Otro crucero de Tui hizo escala en Ibiza también evitó atracar en la ciudad condal.
TURISMO DE CONGRESOS. Meliá Hotels, con once hoteles en Cataluña y seis de ellos en Barcelona, cayó un 4,1% en bolsa el viernes 18 de octubre por el caos y la violencia vivida en Barcelona. La cadena hotelera ya tuvo un 2018 “nefasto” en palabras de Gabriel Escarrer, vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de Meliá, porque se desplomaron los ingresos en los hoteles de Barcelona, especialmente en los hoteles de cinco estrellas.
Precisamente el turismo de congresos de Barcelona ha sido el primero en recibir el golpe. El Meeting Point, la mayor feria inmobiliaria de Barcelona, había ausencia de visitantes representativos, como sucedió también en un congreso de cardiología.
Juan Molas, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), pone voz al hartazgo de los hoteleros por las pérdidas que les supone la violencia de las últimas semanas. “Las manifestaciones violentas provocadas por unos miles de imbéciles” están provocando “cancelaciones inmediatas” y han paralizado la venta de vacaciones en Cataluña a través del Imserso.
Preocupación también en las agencias de viajes que temen que la imagen de inestabilidad y de violencia contamine a toda Cataluña. “Se tiene que frenar esta escalada de violencia porque estas imágenes que están dando la vuelta al mundo pueden ser perjudiciales no sólo para la marca Barcelona, sino para la marca Cataluña”, según el presidente de la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (ACAVe), Martí Sarrate.
Este octubre negro en Cataluña ha servido para que el ‘seny’ catalán se haya difuminado dando todo el protagonismo a los CDR o al llamado Tsunami Democràtic, que no solo ha prendido fuego a las calles sino que ha atraído a violentos grupos anarquistas y antisistema de otros países para unirse a los independentistas.
VARAPALO A TORRA. El caos y el enorme daño económico y de imagen ha hecho dar la voz de alarma a patronales como Foment del Treball, Cecot o la Cambra de Barcelona. Foment del Treball ha exigido a Quim Torra que deje de “alentar las protestas” y evite una escalada que lleva a “la destrucción” de la economía. La patronal asegura que “alentar las movilizaciones, las protestas ciudadanas y la ocupación de infraestructuras estratégicas desde la Generalitat de Catalunya, que tiene el deber y la obligación además de preservar la seguridad ciudadana y el normal funcionamiento de los servicios públicos, representa una extrema contradicción que deriva en la confrontación entre manifestantes y los cuerpos de seguridad”.
“La reputación de Catalunya y Barcelona es un capital de alto valor que reporta grandes beneficios a diferentes sectores económicos e industriales como el turismo, los eventos y ferias internacionales, las inversiones empresariales, la actividad de prestigiosas universidades y el reconocimiento de ser uno de los principales y más atractivos territorios del Mediterráneo y del Sur de Europa. Evitar la destrucción de este capital es una responsabilidad que todos debemos compartir”.
Finalmente, Quim Torra condenó la violencia, pero no fue hasta el 22 de octubre. “El Govern se ha congratulado de todas las manifestaciones pacíficas que se han producido con motivo de la sentencia y reitera su condena a todos los actos de violencia”.
El gobierno catalán y el ayuntamiento de Barcelona han admitido su preocupación por el impacto económico de los disturbios, aunque el ejecutivo ha tildado de “relativo” el impacto real que pueden tener porque “en una semana no se hunde la economía de Cataluña”, según la consejera de Empresa de la Generalitat, Àngels Chacón.
Chacón ha señalado que estos actos violentos no son las manifestaciones pacíficas que representan al movimiento independentista” y ha instado a hablar también del problema de fondo, en referencia a la condena a los dirigentes independentistas. “Evidentemente nos preocupa el impacto (de los disturbios), pero muchísimo más atender la causa de fondo”, ha asegurado Chacón.
Entretanto, la economía real ya se resiente de la ola de violencia. Los comerciantes aseguran que las ventas cayeron entre un 30 y un 40% en la semana del 14 al 20 de octubre mientras que el Gremio de Hoteles de Barcelona sufre cancelaciones y asegura que las reservas llegan a menor ritmo de lo habitual.
Manel Casal, portavoz de los hoteleros, recuerda que el turismo supone casi el 15% del PIB de la ciudad y que los hoteles de Barcelona facturan anualmente unos 1.600 millones de euros y dan trabajo a 100.000 personas, 40.000 de ellas de manera directa.
Unos hoteleros que esperan que se recupere el ‘seny’ y la estabilidad social y política después de un bienio negro que ha supuesto fuertes pérdidas para el sector.
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