El reñido plan para salvar el turismo
Tras un verano que dejó una caída en la ocupación de hoteles y en tarifas, el gobierno lanzó un conjunto de medidas para reconquistar al turista argentino, pero los operadores no creen que alcancen.
Este fin de semana es una bocanada de aire fresco para el sector turístico, que se está beneficiando por un feriado que coincidió en Argentina y en Brasil. La ocupación hotelera de mejor nivel en Montevideo y en Maldonado es alta y, según le informan algunos operadores al subsecretario de Turismo, Benjamín Liberoff, los servicios de transporte están trabajando 10% por encima del año pasado. Sin embargo, quienes ofrecen servicios para el desarrollo de la segunda fuente de ingresos más importante del país sospechan que esta situación es un oasis en una temporada que no luce demasiado alentadora.
Liberoff asegura que en los dos últimos meses se enlenteció la caída del turismo argentino, y se hace eco de un informe que publicó la consultora CPA Ferrere, que prevé que desde el punto de vista numérico no va a variar mucho el turismo argentino, aunque el gasto podría contraerse.
Los operadores, en cambio, temen que se repita el escenario del último verano. Según un estudio que la consultora PricewaterhouseCoopers realizó para la Asociación de Hoteles y Restaurantes del Uruguay (AHRU), en enero pasado la ocupación y las tarifas tuvieron una caída de hasta el 25% en varias regiones del país. Mientras que Advice informó que en este rubro las oportunidades laborales bajaron 43,8%.
En tanto, Francisco Rodríguez, presidente de AHRU, cuenta que el litoral sufrió más la pérdida de empleo. De los 20.000 cotizantes en el Banco de Previsión Social que tiene la rama turística, 10% fueron enviados al seguro de paro por seis meses.
El asunto es cómo conquistar al dañado turista argentino, que representa al 60% de los visitantes. Es que aunque el brasileño, el paraguayo, el chileno y otros extranjeros también llegan, el porteño es “irremplazable”, dice Francisco Alonsopérez, presidente de la Cámara Empresarial de Maldonado. “Es el único que mueve la aguja por lo que gasta, por el tipo de producto que consume, por la propina que deja. Es una raza distinta y no la podemos perder”.
El verano pasado, la recesión económica y la devaluación del 100% del peso argentino se tradujo en casi 400.000 personas menos respecto de la temporada anterior, según informó Presidencia. “Vino el turista de primera fila frente al mar, pero la clase media faltó”, especifica Alonsopérez.
La permanencia de la recesión, el tipo de cambio deficitario con respecto a la región, el cepo en la compra de dólares y en las operaciones con tarjetas de crédito y débito en moneda extranjera, sumado al inminente cambio de gobierno y la incertidumbre respecto a qué medidas tomará en el aspecto cambiario, “podría anticipar que el argentino no salga del país para vacacionar”, advierte Rodríguez, de AHRU.
En octubre pasado, cuando el Ministerio de Turismo lanzó la temporada de verano en la Feria Internacional de Turismo en Buenos Aires, la ministra Liliam Kechichian les dijo a los presentes que había ido a contarles “los esfuerzos que el gobierno planificó para recibirlos”.
Hasta el 30 de abril de 2020, los extranjeros que abonen con dinero electrónico, tarjeta de débito y crédito serán exonerados del impuesto específico interno (24% de descuento) en combustibles en un radio de 20 kilómetros de la frontera; se les devolverá el 10% en el arrendamiento de inmuebles y el IVA en servicios gastronómicos, así como en servicios de catering y otros para fiestas y eventos, y en el alquiler de vehículos.
Además, las inmobiliarias dejarán de ser agentes de retención de IRPF, importe que les será reintegrado.
Todo el año esta misma población no pagará IVA en hoteles y les serán devueltos los impuestos en la compra de productos en comercios adheridos al sistema de Tax Free. Y la canasta de productos con precios congelados se ampliará de 220 productos a 300 en Rocha, Maldonado y Atlántida.
Por otro lado, según informa Liberoff, se logró un convenio de privados con VISA para uruguayos. En noviembre se brinda un descuento del 15% y en diciembre del 25% para hoteles asociados a ARHU, y a partir de diciembre se financiarán hasta en seis cuotas las estadías allí y en los inmuebles gestionados por inmobiliarias del gremio.
También se logró un acuerdo entre Buquebus y la Corporación Vial del Uruguay para facilitar cuatro pases de telepeaje para ir y volver de Punta del Este. Si bien esta batería de medidas suena potente, los operadores consultados creen que es insuficiente.
Quedó en el camino.
Juan Martínez, presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo (Camtur), sabe que el desafío que enfrenta el sector es doble: se está a la espera de qué decisiones tomará Alberto Fernández cuando asuma la presidencia el 10 de diciembre, y también de qué sucederá con las elecciones nacionales.
Reclama que la propuesta más firme que planteó Camtur no fue tenida en cuenta por el gobierno. “Pedimos que nos ayudaran a compensar la brecha cambiaria para ser competitivos mediante algún procedimiento del Banco República. Por ejemplo, pensamos en que se nos otorgara un crédito fiscal a los operadores registrados, por la diferencia en compra y venta con respecto a Argentina, o directamente un tipo de cambio diferencial para el turista de este país”.
Sobre este punto, Liberoff responde: “En Uruguay el tipo de cambio fluctúa y no vamos a acompañar una política económica argentina nefasta. Ahora resulta que los argentinos desfondan el país y Uruguay tiene que ver cómo corre atrás de eso”.
Por otro lado, Martínez cree que llegó el momento de que los beneficios fiscales dejen de ser evaluables y pasen a ser permanentes. “Entendemos que como exportadores de servicios no debemos estar gravados con IVA, ni las empresas rentadoras de autos, ni las gastronómicas, ni los organizadores de eventos”.
Desde 2007, los únicos que obtuvieron este estatus fueron los hoteles. Sin embargo, los turistas uruguayos deben pagar el 10% del IVA entre el 15 de noviembre y el 12 de abril. Rodríguez, presidente de la asociación que reúne a los hoteles, indica que se le propuso al gobierno postergar el cobro de este impuesto para así, este verano, estimular el turismo interno. Liberoff dice que “no hay margen para aplicar esta propuesta”.
ENCUESTA
El 27% de los argentinos nos elige
El subsecretario de Turismo, Benjamín Liberoff, refiere a la guía “Vacaciones en familia en Uruguay” para demostrar el interés “sistemático” de la cartera por estimular el turismo interno. Menciona la exoneración de nueve puntos de IVA hasta abril en los mismos servicios que para los extranjeros; IVA cero de abril a noviembre en hoteles, y el convenio logrado con VISA que ofrece un descuento del 25% en hoteles y financiamiento en seis cuotas. “El hecho de seguir trabajando en ofertas durante todo el año con la Cámara Uruguaya de Turismo va en ese sentido”, dice. Con respecto a la llegada de argentinos, el ministerio encargó un estudio de opinión en cinco ciudades de este país: Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Rosario y Santa Fe. “Arrojó que los que viajaron en los últimos tres años, mayores de 25 años y de nivel socioeconómico alto, tienen predisposición en un 83% a tomarse vacaciones de cualquier manera. De esos, del 27% que vienen a nuestro país, el 50% ya tenían decidido venir. Por lo tanto, tenemos que trabajar en el otro 50%”, anuncia Liberoff.
Esto, junto con un tipo de cambio especial para el turista, sería “esencial” para rescatar a los hoteles de lugares como Colonia, que sufren un deterioro de su actividad desde mayo de 2018. Martín De Freitas, presidente de la Cámara Hotelera de este departamento cuenta que por estos días el barrio histórico recibe a argentinos que llegan motivados por promociones que se generan del otro lado del Río de la Plata y que incluyen pasar el día en Colonia. “Pasean y consumen en negocios gastronómicos, pero los hoteles ni los vemos pasar”.
La ocupación se redujo 40% y los precios, un 30%. “Cargamos con una mochila demasiado pesada. Todos los costos suben y nosotros bajamos los precios para no desaparecer. Estamos con tarifas por debajo de los costos de supervivencia y así y todo quedamos afuera del mercado porque somos un destino caro”. plantea.
Un año y medio atrás, empresas de distintos rubros turísticos presentaron en el Ministerio de Turismo un documento con una lista de propuestas que todavía no han sido discutidas. Además de pedir un tipo de cambio para el turista, solicitaban una reducción de las tarifas de UTE —que está en discusión— y OSE, refinanciamiento de deudas con tasas de interés más viables y el control de alojamientos irregulares. En Colonia estos alquileres multiplican por seis la oferta de hoteles regulados, estima De Freitas.
Pero, ¿qué pasa si la conquista del turista argentino no prospera? “Deberemos hacer un trabajo de largo plazo para lograr otros, pero hoy parece imposible”, plantea Alonsopérez, de la cámara de Maldonado. ¿Y el uruguayo? Tanto él como De Freitas coinciden en que el país como destino es caro incluso para los locales, que al comparar precios optan por viajar.
Liberoff, en cambio, sostiene que se trabaja de forma sistemática en este estímulo. Según informó El Observador, el año pasado fueron casi seis millones los viajes dentro de Uruguay, que representan unos US$ 800 millones.
Martín Rodríguez, presidente del Centro Comercial e Industrial de Rocha, considera que no alcanza y que esto es un debe. “Nos hubiera gustado que sabiendo que tenemos dificultades para atraer a argentinos y brasileños se hubiera hecho hincapié en el turismo interno, que fue el que sostuvo la temporada anterior. Llegar a Rocha cuesta solo de peajes, $ 660. Nuestro producto se encarece. En cambio insistimos en apuntar a un público que no desea venir por distintas razones. No se planificó nada diferente y mucho menos en la estrategia se ha entendido quiénes pueden visitarnos. En definitiva: no aprendimos nada del pasado”.
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