Gastronomía, hotelería y turismo en crisis
Es imperioso que el gobierno nacional auxilie a las empresas para que puedan cumplir con sus obligaciones y volver a funcionar, y a los trabajadores para que puedan subsistir.
Hace unos meses que el mundo está atravesando una situación totalmente inesperada. Llegó una pandemia que sorprendió hasta a los países más desarrollados. Esos países que planifican e invierten millones en el sistema de salud se vieron vulnerados y desbordados con la propagación del virus COVID-19. Para los países con menos recursos, sin inversión, sin planificación y con un sistema de salud que se encuentra hace años en terapia intensiva, como es el caso del nuestro, esta situación tiene un impacto negativo mucho mayor.
Ante la rápida propagación del virus COVID-19, el gobierno argentino tomó una medida acertada. Dictó la cuarentena obligatoria en todo el territorio argentino. Era la única medida que un país sin infraestructura ni inversión puede tomar para frenar la propagación del virus, mientras se equipan los hospitales y cualquier otro espacio que pueda ser reacondicionado como hospital de campaña.
Sobre todo, teniendo en cuenta un sistema de salud público totalmente deficiente, sin recursos ni planificación. Así lo había dejado el gobierno de Macri y así continuó hasta el presente, sin inversión de ningún tipo para cuidar la salud del pueblo argentino.
Nuestro sector, el de la gastronomía, hotelería y turismo en general, es uno de los más perjudicados. Restaurantes, bares y hoteles están prácticamente cerrados. Al extenderse la cuarentena, se vislumbra un futuro cercano aún peor para las empresas y nuestros trabajadores.
Muchos de nuestros gastronómicos prestan sus servicios en hospitales, clínicas y comedores. Ven de cerca la cara del virus que golpea a los enfermos y arriesgan su vida por su trabajo y por el prójimo que sufre este virus implacable.
Necesitamos que los gobiernos nacionales, provinciales y municipales estén a la altura de las circunstancias. Es decir, que arbitren los medios necesarios en tiempo y forma para paliar esta grave situación que estamos enfrentando y afecta especialmente a nuestros trabajadores.
No alcanza con el dictado de decretos y resoluciones ni voluntarismos abstractos. Necesitamos medidas concretas. Ya tenemos miles de trabajadores que no cobraron su salario en marzo, fueron suspendidos o sufrieron la reducción de su jornada laboral y que no pueden llevar el pan a su casa. Es imperioso que el gobierno nacional auxilie a las empresas para que puedan cumplir con sus obligaciones y volver a funcionar, y a los trabajadores para que puedan subsistir en estos momentos difíciles.
Estamos de acuerdo con que la conservación de la vida es el primer derecho que tenemos que defender. Pero, si se extiende esta situación,el hambre se apoderará de nuestros trabajadores, de nuestro pueblo. Los sindicatos estamos a la altura de las circunstancias. Somos los primeros que recibimos el pedido de ayuda y que respondimos sin dudas, demoras ni dilaciones.
El ejemplo concreto lo dio nuestro secretario general, Luis Barrionuevo, al disponer de hoteles de UTHGRA para uso sanitario. Estamos acostumbrados a acompañar rápidamente, porque conocemos de cerca la necesidad de los trabajadores y sabemos que no pueden esperar.
Todo suma para aliviar a nuestros trabajadores del peso de esta realidad adversa.Toda pequeña acción o articulación con los distintos niveles de gobierno puede modificar para bien esta realidad.
Solicitamos al gobierno municipal de Córdoba el beneficio del boleto de transporte para nuestros trabajadores que prestan servicios esenciales. Al otorgar este beneficio, el municipio demuestra estar a la altura de las circunstancias.
La recuperación va a ser muy lenta. Luego de que pase la pandemia, la gente tardará en volver a ir a los restaurantes y bares como lo hacía antes.Quizá cambie el paradigma de atención en los restaurantes, bares y hoteles, no sólo por el distanciamiento de las mesas o las personas, sino por la transformación del servicio de atención.Todo habrá sido transformado.
Cada día que pasa sin actividad perjudica al más necesitado. Es hora de que los gobiernos estén a la altura de las circunstancias. Mañana será tarde. De esto salimos todos juntos o quedaremos aún más hundidos en la pobreza e incertidumbre de un futuro sin destino para nuestro pueblo.
Es ahora, como expresó nuestro secretario general, Luis Barrionuevo. El gobierno nacional tiene que convocar al sindicato y a las cámaras, con un plan específico en mano para nuestro sector.
* Delegado interventor de UTHGRA Córdoba. (Fuente www.perfil.com).
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