Edición España. A partir del próximo viernes
Cataluña cerrará bares y restaurantes durante 15 días para frenar el virus
El sector de la hostelería anuncia que recurrirá esta decisión porque considera que no está justificada14 OCTUBRE, 2020- El Gremio de Restauración de Barcelona reclama al Govern que articule mecanismos para que el sector pueda seguir operando
- La patronal Fecasarm estima que las pérdidas diarias pueden ser de unos 2.000 euros por local
- Los restaurantes tendrán permitida la entrega a domicilio y la recogida en el establecimiento
La Generalitat de Cataluña cerrará todos los bares y restaurantes de esta comunidad autónoma durante 15 días a partir del próximo viernes. El objetivo es frenar la pandemia de la COVID-19 ya que en los últimos días se han multiplicado los contagios.
Con estas medidas, que tendrán que ser avaladas por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, el Ejecutivo catalán pretende reducir las interacciones y los encuentros sociales. Por esta razón, se cerrarán los servicios que requieran contacto físico y, además de bares y restaurantes, se reducirá el aforo en locales comerciales y grandes superficies comerciales al 30% y en los gimnasios, al 50%.
Aunque no podrán atender al público en sus establecimientos, los restaurantes tendrán permitida la entrega a domicilio y la recogida en el local y los que están situados en hoteles solo podrán ofrecer servicio a sus huéspedes.
La noticia ha causado un hondo malestar en el sector de la hostelería. Tanto el director general del Gremio de Restauración de Barcelona, Roger Pallarols, como el secretario general de la patronal Fecasarm -que representa tanto al ocio nocturno como a la hostelería-, Joaquim Boadas, han anunciado que impugnarán esta decisión ante la justicia.
Pallarols ha denunciado que el cierre se impone de manera "inmediata" y sin apenas "medidas de apoyo", por lo que el Govern "parece que se empeñe en agravar la situación de un sector económico clave para Barcelona". "Parece que se empeñen en culpar a la restauración" al limitar su actividad a la entrega de comida a domicilio o a servirla para llevar, "volviendo a una especie de fase 0", ha agregado.
Ha reclamado al Govern que articule mecanismos para que el sector pueda seguir operando y que "no destruya el motor de la economía catalana". Ha advertido de que el Govern no puede actuar contra 9.000 restauradores en Barcelona y al mismo tiempo no tome decisiones efectivas para "aminorar los alquileres" que pagan muchos de estos empresarios.
Por su parte, Joaquim Boadas, ha indicado que "Fecasarm pedirá la suspensión inmediata de la vigencia de la resolución", y ha alertado de que este cierre durante dos semanas de bares y restaurantes puede tener "consecuencias letales".
"Para muchos empresarios será imposible superar la inactividad forzosa durante 15 días, porque llevan desde marzo con cierres, restricciones horarias y de restricciones de ocupaciones en terrazas, y todo ello tras una temporada de verano nefasta", ha asegurado.
Fecasarm estima que el cierre forzoso de bares y restaurantes durante 15 días puede afectar a unos 35.000 locales en Cataluña, la mayoría de pequeños propietarios
Por ello, esta asociación estima que las pérdidas diarias -sin distinguir entre fines de semana y laborables- pueden ser de unos 2.000 euros por local, incluyendo tanto costes de alquiler como otros gastos fijos, por lo que estima que la factura global de ese cierre de dos semanas puede ser de unos 1.000 millones de euros.
El cierre de bares y restaurantes también ha provocado la queja de Adiscat, la Asociación de Empresas de Distribución y Logística de Bebidas y Alimentación de Cataluña. A través de un comunicado, ha asegurado que "no existe ningún estudio objetivo que demuestre que la hostelería y la restauración sean responsables de ningún porcentaje de contagios de COVID-19", pero en cambio la pandemia "será la culpable de la muerte de muchos establecimientos de restauración, empresas de distribución y sus puestos de trabajo", ha alertado.
Adiscat ha subrayado que hostelería y distribución emplean a unas 300.000 personas en Cataluña y aportan un 7,6% del PIB, por lo que "son un pilar de la estabilidad económica de nuestro país"
Ayudas directas
Con el fin de compensar los días de inactividad de estos establecimientos, el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, ha anunciado que el próximo martes se aprobarán ayudas directas a establecimientos en los que la restauración sea la única actividad y con menor facturación, con una dotación inicial de 40 millones.
El Govern también desplegará una línea de avales extraordinarios para cubrir necesidades de liquidez de tesorería a partir de 12.000 euros.
Asimismo, se ha anunciado que se incorporará en el Código Civil catalán una cláusula llamada 'rebus sic stantibus' que busca "acompañar a aquellas actividades que no podrán hacer frente a su alquiler" debido a las medidas restrictivas decretadas ahora o en el futuro.
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