miércoles, 14 de octubre de 2020

ECONOMÍA DEL TURISMO. Proyecto de sostenimiento para el turismo argentino.

 Edición Latam. Entrevista con HOSTELTUR

Cómo se gestó el proyecto de “sostenimiento” para el turismo argentino

La senadora Ana María Ianni, una de las autoras del proyecto que ya obtuvo media sanción, lo explica y analiza el impacto de la crisis en el país17 AGOSTO, 2020
  • Ana María Ianni: "Sabíamos que los destinos turísticos íbamos a tener que prepararnos para un mundo sin turismo, y que eso podía suceder"
  • "Las autoridades del bloque y la presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, nos avalaron para insistir en el proyecto"
  • "Mucha gente que hoy nos pide respuestas no puede desconocer que en los últimos cuatro años el sector no la pasó bien, y no lo reclamaban"

La semana pasada, la Cámara de Senadores de la Argentina aprobó el proyecto de “Sostenimiento y reactivación productiva de la actividad turística nacional”, que esta semana sería tratado en Diputados. Una de sus autoras es la senadora nacional por la provincia de Santa Cruz, Ana María Ianni, quien dialogó con HOSTELTUR para contar cómo se gestó la iniciativa, que fue fruto de la unificación de once proyectos y, finalmente, fue votada por unanimidad. Además, la legisladora analizó el impacto de la pandemia en el sector y las posibilidades concretas de recuperación, desde su mirada política.

Aunque el proyecto obtuvo sanción la semana pasada, ustedes presentaron la primera propuesta de declarar la “emergencia” del sector la hicieron en marzo. ¿Qué vieron en ese entonces y qué de eso se concretó finalmente?

- Nosotros presentamos el primer proyecto el 13 de marzo, al día siguiente de la última sesión presencial que tuvimos en el Senado. Ya en esas horas empezaban a aparecer los primeros casos positivos en nuestro país. Había algo que nos inquietaba, al menos desde El Calafate, que es donde yo vivo, y es que ya para febrero se notaba la merma de pasajeros asiáticos y también europeos. Es decir, esta no es una película que recién vimos en marzo, sino que ya se había empezado a anticipar, y sabíamos que los destinos turísticos íbamos a tener que prepararnos para un mundo sin turismo, y que eso era que podía suceder. Y nos empezamos a ocupar, más que a preocupar, no sólo desde lo sanitario, sino también desde el sector, entendiendo que íbamos a tener que tomar medidas para respaldarlo. Si hoy no sabemos hasta cuándo va a durar, menos en marzo. Pero presentamos los proyectos y no fueron tratados hasta junio. Desde luego, eso no quiere decir que nos hayamos quedado quietos, porque muchas de esas medidas las fue implementando el Gobierno, por ejemplo, los ATP (para cubrir parte del salario de los trabajadores del ámbito privado). Para fines de abril estábamos presentando el segundo proyecto, pidiendo que las medidas que se establecieran se prorrogaran un tiempo más. Además de las medidas de apoyo, establecíamos criterios sobre hacia dónde enfocar las estrategias para la recuperación, direccionándolas al turismo nacional, que en las situaciones de crisis siempre fue el que primero respondió. Y la “tercera pata” del proyecto era la de los protocolos sanitarios, que nos iban a permitir nuestros destinos con el buen tratamiento sanitario que podemos brindarle al turista, porque ahora todos tendremos que empezar a mirar esas cosas: cómo nos van cuidar no sólo en el transporte, sino también en el hotel, los restaurantes, las excursiones. Llegamos a tener tantos proyectos en la Comisión de Turismo, la mayoría de nuestro bloque, que decidimos ponernos a trabajar en conjunto. Hace 20 días hicimos la propuesta de un borrador, y se transformó en el dictamen que finalmente se firmó.

Ana María Ianni: "Sabíamos que los destinos turísticos íbamos a tener que prepararnos para un mundo sin turismo"

Y se firmó con el apoyo pleno de la oposición…

-Estamos muy contentos, porque fue el fruto de un trabajo de varios meses; pusimos cosas en un borrador que luego fuimos modificando, pensando siempre en “lo que es posible”. A uno le encantaría conformar a todo el mundo, pero tampoco escribir una ley impracticable o de muy difícil cumplimiento por parte del Gobierno. Y así llegamos al plenario de comisiones, en el que encontramos buenos receptores por parte de la oposición, que estaban tan preocupados como nosotros, pero no plantearon un dictamen distinto, sino que decidieron acompañarnos haciendo sugerencias, las cuales fueron tenidas en cuenta. Y así fue que se incorporaron modificaciones que tienen que ver con el sector, pero también con los consumidores.

(Ver: El Senado argentino aprobó el proyecto de salvataje al turismo)

¿Puede leerse detrás del apoyo unánime de los senadores, es decir, de las provincias, un reconocimiento del aporte económico que el turismo hace a sus economías, el cual no siempre es reconocido y ante la pandemia quedó en evidencia?

- En mi intervención en el recinto dije que celebraba que ese fuera un día de “decisión política”, porque la política estaba poniendo en valor la actividad turística como una actividad económica importante para nuestro país. A veces son importantes estos sacudones que te desestructuran y hacen que algunas otras personas miren hacia el costado y se den cuenta de todo el aporte y de todo lo que implica la cadena de comercialización del turismo. Cuando escribíamos el artículo 3°, que habla de todas las actividades y rubros alcanzados por esta ley, te das cuenta de que tenés al artesano, al hotelero, al gente de viajes, al dueño de una cabaña, hasta a aquel que presta un servicio turístico y ni siquiera lo sabe. Era importante contenerlos a todos y también pensar juntos estos programas para reactivar el turismo. Nos da tristeza, pero esta pandemia lo que hizo fue agravar lo que nosotros encontramos en el país cuando asumimos en diciembre de 2019. Entonces, si sumamos esa emergencia previa, más la pandemia, encontramos a gente que está muy agobiada. Venimos de cuatro años de solamente pagar tarifazos y las altas cargas impositivas, como lo previsional. Y además de que la paralización fue absoluta, también fue de un día para el otro, y todos saben que en la mayor parte del país el turismo es estacional y el sector no pudo prepararse para un año sin otoño, sin invierno y probablemente sin primavera.

Ianni fue la miembro informante del proyecto en la sesión en la que fue aprobado por el Senado

Con el grupo de senadores que trabajaron el proyecto, ¿en qué momento se dieron cuenta de que el proyecto podía prosperar? Porque de manera paralela el Ministerio de Turismo y Deportes presentó un proyecto en Diputados.

- Nosotros veníamos trabajando, y en esto quiero hacer un reconocimiento a nuestras autoridades del bloque del Frente de Todos y a la presidenta del Senado, la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que nos avalaron para insistir en el tratamiento del proyecto. A mí me gusta decir que los proyectos se militan, aún cuando tenemos miradas parecidas o somos parte del mismo espacio. Pero nuestra función no es solamente escribir proyectos legislativos, sino que también tienen que ver con la gestión y con mostrar las necesidades que las provincias y nuestra gente tienen. Aunque los senadores que nos pusimos a trabajar en esto compartimos el bloque, también somos de destinos turísticos, como Silvina García Larraburu, que es de Bariloche; Maurice Closs, que es de Iguazú; Carlos Caserio, de Córdoba; o Edgardo Kueider, de Entre Ríos. No es fácil para una ciudad chica en la que toda la población trabaja directa o indirectamente en la actividad turística, ver las calles de tu pueblo vacías, cuando deberían estar llenas de gente consumiendo. Entonces, la insistencia tuvo que ver justamente con esto: todos necesitábamos dar respuesta y tranquilidad a nuestra gente, a nuestras provincias y a los municipios. Cuando la gente se queda sin trabajo va a ver al intendente para pedir ayuda, y sobre todo en los pueblos patagónicos, donde es realmente difícil afrontar el invierno sin trabajo. Nuestra certeza es que no estábamos pidiendo nada extraño.

En Argentina, como en el resto de Latinoamérica, las medidas paliativas parecen sostener con un hilo muy delgado a las empresas del sector. ¿Qué cree que ocurrirá cuando en 2021 lleguen a su fin y la industria deba enfrentarse a la nueva normalidad y las leyes del mercado?

Nosotros apelamos a la responsabilidad del sector. El Estado nacional está acompañando y sosteniendo al sector hasta que esto se reactive, y ojalá pronto podamos decir “no necesitamos los ATP”. Pero creo que es una cuestión de responsabilidad y que, aunque no suene lindo, debemos sincerarnos: mucha gente que hoy nos está pidiendo respuestas a nosotros no puede desconocer que en los últimos cuatro años el sector turístico no la pasó bien y, sin embargo, no lo reclamaban. Yo no los escuché tanto como hoy, y especialmente en una situación de pandemia. Podemos tener diferencias políticas, pero no podemos mirar para el costado cuando hoy le estamos pidiendo a un Estado quebrado la ayuda que no le pedimos o exigimos a otro que, antes que invertir en nuestra actividad, decidió jugar a la bicicleta financiera. Y por eso no es casual que en nuestro proyecto prácticamente estamos interpelando al Banco Central para que nos ayude con las entidades financieras para poder acceder al crédito. Ellas son las que tienen la plata. Una de las cosas positivas de este proyecto es que nos permite decir las cosas así: cada vez que recibimos una inquietud o un pedido, poder analizarlo, discutirlo y poner todo en la balanza con sinceridad y respeto. Y esto pasa aquí mismo en mi comunidad, en El Calafate; hay gente a la que conozco desde que era guía de turismo, hace 13 años, y todos saben que esa fue la manera en la que siempre nos hemos manejado, que es cuando se puede decir que sí, se dice que sí, y cuando es no, se fundamentan las razones.

El proyecto de los senadores del Frente de Todos finalmente fue aprobado por unanimidad y esta semana podría ser tratado en Diputados

Hoy Argentina pareciera tener dos elementos que podrían calificarse como “esperanzadores”: que producirá y distribuirá la vacuna de Oxford a principios de 2021 y que alcanzó un acuerdo de renegociación de su deuda con los bonistas privados. ¿Coincide en ese análisis? ¿Qué tan determinantes son en relación a la recuperación?

Yo creo que la Argentina vuelve a ser creíble, porque esto habla de políticas de Estado en serio. Es un Gobierno nacional que no sólo valora a nuestros científicos, sino que también valora la inversión privada, porque da trabajo y nos permite ser un país en el que confíen para el desarrollo de una vacuna para este virus que nos volvió locos y paralizó al mundo. Y, por otro lado, la renegociación de esta deuda que nadie de nosotros quiso tomar nos va a permitir tener esta especie de “automoratoria”, porque pudimos postergar esas responsabilidad, o irresponsabilidades, que habían empeñado nuestra vida este año, en el que debíamos afrontar AR$ 60.000 millones, sólo en pago de deudas. Era una locura invertir eso en otra cosa que no sea en lo que ahora lo va a hacer el presidente, que es el crecimiento y el desarrollo, dando una mano a los sectores productivos que hoy están paralizados, como el turismo. Hay un campo fértil en Argentina para poder sembrar y para convertirse rápidamente en un destino seguro para ser visitado.

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