Niega ser una plataforma tecnológica como Google o Amazon por los efectos de la Covid
¿Booking intenta evitar el control de la Ley de Mercados Digitales de UE?
“Tenemos un sheriff y va a haber reglas”, según la eurodiputada Christel Schaldemose; “convendría que se aplicaran a todos por igual”, ha apuntado Javier Delgado
6 julio, 2023La Ley de Mercados Digitales (DMA por sus siglas en inglés), propuesta por la Comisión Europea en diciembre de 2020 para promover una competencia más justa y la protección de los usuarios, pone su foco en los llamados guardianes de acceso o gatekeepers, las grandes plataformas tecnológicas como Google, Meta (Facebook), Amazon, Apple o Microsoft, a las que impone obligaciones y prohibiciones para equilibrar el desarrollo de la economía online. Un listado al que Booking.com ha asegurado no pertenecer, cumpliendo estrictamente con el periodo para presentar alegaciones que concluía el pasado día 3, debido al “impacto negativo de la Covid19 en su negocio”.
Booking.com ha pasado así de celebrar la llegada del DMA en su respuesta oficial en mayo de 2021 a la Comisión Europea, a autoexcluirse de esa regulación a los guardianes de acceso, al menos hasta finales de año, que es cuando espera recuperar los niveles prepandemia, “en cuyo caso la empresa esperaría notificárselo a la Comisión dentro de los plazos requeridos”.
Así, hace dos años daba la bienvenida al “ambicioso esfuerzo de la Unión Europea para mantener el ecosistema digital justo y abierto, ya que algunas plataformas se han convertido en tan poderosas que sin ellas no se puede hacer negocios. Habitualmente controlan ecosistemas completos. Los negocios son completamente dependientes de ellas para llegar al consumidor. Esta falta de opciones hace que los gatekeepers impongan prácticas injustas y hagan los mercados menos competitivos”.
En este sentido, como ha incidido Javier Delgado, socio ejecutivo y consejero delegado de Mirai para EMEA (Europa, Oriente Medio y África) “si cambiamos el término negocios por hoteles, podríamos decir que Booking.com se describe a sí misma en su argumento a la Comisión Europea sobre las prácticas anticompetencia que pide regular”.
Desde Booking.com aseguran estar "manteniendo conversaciones constructivas con la Comisión Europea sobre la aplicabilidad de la Ley de Mercados Digitales y esperamos continuar este diálogo. Como resultado del impacto de la Covid19 en nuestro negocio, no cumplimos con los umbrales cuantitativos de la DMA para el periodo de tiempo asociado con la fecha límite de presentación de julio de 2023. Estamos alineados en esto con la Comisión Europea. Sin embargo, esperamos que estos umbrales se alcancen probablemente a finales de este año, en cuyo caso notificaríamos a la Comisión Europea dentro de los plazos requeridos"
Lo cierto es que, según ha reconocido Delgado, “a pesar de pasar un poco de puntillas por el sector, este Reglamento puede tener gran impacto en el ecosistema digital hotelero, aunque dependerá de cómo se vaya aplicando el DMA a nivel nacional”.
Y es que, como ha detallado el experto, “el control y restricciones sobre los guardianes de acceso promoverán un entorno más equitativo y competitivo donde todas las plataformas de reservas online estén sujetas a las mismas reglas claras y transparentes”. Además, “permitirá a los hoteleros tener un mayor control sobre su distribución online y negociación de condiciones más justas con las plataformas”.
Guardianes de acceso: quiénes son y cómo se verán afectados
Uno de los principales objetivos de esta ley es identificar y controlar a las grandes plataformas tecnológicas, para lo que deben cumplir con determinados criterios, y sobre todo, tener un impacto significativo en el funcionamiento de los mercados digitales. El problema, según ha recalcado Delgado, es que “estos criterios pueden variar en función de la evaluación en cada caso, dejando un peligroso espacio a la libre interpretación, aunque hay algunos elementos que nos ayudan a identificarlos”.
Entre estos elementos destacan su peso relativo en el mercado; su control sobre una infraestructura digital clave que les permita actuar como intermediarios entre proveedores de servicios y usuarios finales; su impacto en los usuarios finales y en la competencia, lo que puede implicar el control del flujo de información, la capacidad de fijar precios o condiciones comerciales y otras prácticas que limiten la elección del usuario; así como para actuar de manera unilateral, incluyendo prácticas anticompetitivas como el abuso de posición dominante, barreras para la interoperabilidad, acuerdos exclusivos o restricciones contractuales injustas.
A todas las plataformas que cumplan con estas características se les impondrán obligaciones como la de compartir ciertos datos con competidores y terceros, la prohibición de utilizar sus datos para competir de manera desleal, o forzarles a permitir la interoperabilidad con otras plataformas -facilitar acceso e integración para que los usuarios puedan cambiar fácilmente entre servicios -, permitiendo así una competencia más justa y abierta. A ello se añade la obligación de dar un trato igual a todos los comercios en su plataforma, lo que podría impedir a Booking.com favorecer ciertos hoteles sobre otros en sus búsquedas o listas de recomendaciones.
La normativa también plantea fuertes controles para garantizar la conformidad de los guardianes de acceso. Esto incluiría vigilancia regular y la posibilidad de sanciones severas, incluso multas de hasta el 10% de la facturación global anual por incumplimientos graves
Booking mueve ficha
Basándose en los propios criterios de la Ley de Mercados Digitales, y desde el punto de vista de los hoteleros, Javier Delgado no considera “realista que Booking.com se posicione del lado de la parte más “débil” de la cadena y no como un player con un control claro sobre los usuarios, los datos y hegemónico en el mercado europeo”.
Sin duda este movimiento, como ha añadido el CEO de Mirai, le colocaría “en una posición de ventaja injusta en este nuevo marco regulador, eludiendo el control que la ley ejercerá sobre los guardianes de acceso y beneficiándose de la transparencia e interoperabilidad de otras grandes plataformas, aumentando así su hegemonía y poder sobre los hoteleros”. Unos hoteleros que hace un año aplaudían que la UE limitara el poder de Booking, según publicó HOSTELTUR noticias de turismo.
No en vano para ellos, como ha afirmado Marta Romero, consultora senior de Mirai Consulting, “esta ley tiene el potencial de nivelar el campo de juego,permitiéndoles un mayor control sobre su distribución online con la posibilidad de negociar condiciones más justas con las plataformas, siempre que se aplique a todos los guardianes de acceso”.
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Sin embargo la “autoexclusión” de Booking.com de esta figura, según ha puntualizado Romero, “plantea dudas sobre su cumplimiento de los criterios establecidos y su disposición a someterse a las regulaciones impuestas a los gatekeepers. Esto podría dar lugar a una ventaja injusta para la OTA y aumentar, aún más, su hegemonía en el mercado, lo que podría afectar negativamente a los hoteleros".
Y es que, como ha concluido Delgado, “una aplicación errónea de este concepto puede limitar aún más la capacidad de venta directa, y por lo tanto la rentabilidad del hotel, lo que resultaría en un menoscabo de la competitividad de todo el ecosistema, justo lo contrario de lo que busca la Comisión Europea”.
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