La AHRCC impulsa una legislación para regular el alquiler temporario en Buenos Aires
Esta nueva normativa establece que, desde abril, para poder llevar a cabo este negocio durante más de 90 días al año los interesados tendrán que solicitar una licencia para cambiar el uso del inmueble de residencial a comercial de hospedaje.
-Madrid se suma a otras ciudades importantes de Europa como Londres y París que tiene regulaciones parecidas.
-Tanto en hotelería como en gastronomía la carga impositiva es del orden del 43 por ciento.
-En Argentina hay 487 mil plazas de alquiler temporario contra 420 mil plazas hoteleras.
-Una de las diferencias fundamentales entre los departamentos alquilados por Airbnb y un hotel es la seguridad, ya que los departamentos no fueron concebidos para brindar determinadas características de seguridad que sí deben tener los hoteles.
“Vemos la normativa que se aplicó en Madrid como algo muy positivo. Lo que decimos no es que estos departamentos no pueden ser alquilados, al contrario. Nosotros somos un rubro en el que estamos acostumbrados a competir fuerte, pero que sea bajo la misma ley y bajo las mismas normas”, señaló el presidente de la AHRCC, Ariel Amoroso.
La nueva norma del gobierno madrileño establece además la obligación de presentar una declaración jurada de inicio de actividad, y también contar con un certificado de idoneidad de la vivienda para poder alquilarla. Fija además las capacidades máximas: en departamentos de menos de 25 metros cuadrados, dos personas; de 25 a 40 metros, cuatro personas; y por cada 10 metros cuadrados adicionales, dos personas más.
“El problema fundamental es un problema de legalidad, de seguridad y de un manejo equitativo de las cargas impositivas. Los empresarios hoteleros deben afrontar una alta carga de impuestos y deben cumplir con regulaciones específicas, en el caso de nuestros hoteles a través del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, mientras que quienes alquilan un departamento por Airbnb no está registrado en ningún lado, no paga ningún tipo de impuestos y no tiene personal en blanco. Entonces se produce una competencia desleal y por eso la diferencia de los precios”, explicó Amoroso.
Otra de las novedades del plan es la división de Madrid en zonas. En el mapa se distingue entre aquellos edificios históricos en los que el alquiler está terminantemente prohibido; aquellos en los que se permite, siempre que la vivienda a alquilar cuente con un acceso independiente; aquellos en los que se permite al tener este acceso, pero, a su vez, deben ser edificios terciarios: es decir, dedicados a actividades comerciales; y por último aquellos sin ningún tipo de restricción de alquiler o que se encuentran en suelo industrial. La zona Centro está especialmente protegida: prácticamente no hay edificios que puedan obtener licencia.
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