El verano consolida el turismo, pero la macroeconomía lo amenaza
A estas alturas, parece evidente que este verano será clave para el turismo. Fundamentalmente, porque será capaz de consolidar una esperada recuperación. Sin embargo, aunque las cifras se acerquen a las obtenidas en 2019, no hay que perder de vista los peligros en el horizonte. En especial, el impulsado por la situación de la macroeconomía. Es lo que asegura la nueva edición del informe Smart Observatory.
El análisis realizado por PwC para la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) ofrece datos de evolución y perspectivas de verano 2022. A través de un completo estudio, permiten identificar las tendencias del sector para los próximos tres meses. El índice se obtiene a través de un marco metodológico que incluye el entorno macroeconómico, la situación sanitaria, las variaciones de los flujos turísticos, el sentimiento del turista en los canales digitales, la intención de viaje y la tendencia futura de la demanda.
A pesar de la previsión inflacionaria que ha erosionado la intención de viaje en el mes de junio, el sector turístico roza la recuperación en verano de 2022. Lo hace con un índice de 0,95 puntos con respecto a los datos registrados en 2019. Además, supera en 0,32 puntos al mismo periodo de 2021. Pese al amenazante escenario global, el análisis apunta que existe un alto interés por viajar a España en este primer verano sin restricciones, que arranca con una cartera sustancialmente superior a la de 2021. Eso sí, posiblemente, con cancelaciones aún elevadas.
La situación del turismo internacional en España
De entrada, el informe señala que la eliminación de las restricciones ha permitido reactivar el turismo internacional, que se sitúa en un 87% de los niveles de 2019. A pesar de todo, se encuentra lastrado por el turismo asiático o de larga distancia. En este sentido, en 2019 se registraron 10,6 millones de turistas internacionales alojados en España en un hotel durante el segundo cuatrimestre del año. Mientras, en 2022 se han registrado 9,2 millones de turistas en el mismo periodo. Los principales países emisores están recuperando así su cuota de mercado.
El Smart Observatory muestra además que la intención de viaje de los países europeos se ha disparado. Sobre todo, la relativa a los países nórdicos, pues casi duplican los niveles de 2019. Igualmente, el análisis apunta que la intención en los Países Bajos, Italia y Alemania también crece. Lo hace hasta superar en más de un 50% la intención prepandemia.
Viajeros nacionales y España como destino
En el caso del turismo nacional, supera los niveles de 2019. De esta manera, aunque en 2019 se registraron 9 millones de turistas nacionales hospedados en establecimientos españoles, en 2022 se han alcanzado los 9,4 millones de turistas durante el periodo analizado. Es decir, que la recuperación es tan notable como esperanzadora.
Por su parte, la intención de viaje a España se dispara en el segundo cuatrimestre de 2022. El estudio confirma que el interés por el viaje internacional se ha reactivado en todos los países, superando los niveles de 2019. Gracias a ello, nuestro país se refuerza tras la pandemia con intenciones de viaje más de un 50% superiores a 2019. Al menos, en países como Alemania, Italia, Países Bajos y los países nórdicos (estos un 96% por encima).
Además, el turismo británico se recupera definitivamente. Se sitúa en una intención de viaje similar a 2019. No solo eso. Es que además podrían tener un papel importante ahora que los viajeros rusos se han resentido. Por tanto, habrá que estar atentos para comprobar cuál es su papel final en las cifras veraniegas.
Sentimiento hacia España
El sentimiento hacia España se calcula restando las menciones negativas de las menciones positivas. En estos momentos sigue siendo positivo, aunque se sitúa a niveles más bajos que el año anterior. Sobre todo, porque empiezan a aparecer muchas menciones resaltando los problemas geopolíticos, la inflación y el encarecimiento del combustible. Esto puede afectar a la duración de los viajes. O hacer que los turistas se replanteen el tipo de salida, ya sea por la tipología de alojamiento o por las actividades a realizar.
Reservas y cancelaciones superan las de 2019
De cara a la temporada de verano, el informe apunta cómo las reservas han crecido notablemente. Incluso han duplicado los valores de 2021 en los meses de julio y septiembre. Es interesante sobre todo la situación de Madrid y Barcelona. Ambas ciudades ratifican la recuperación del turismo urbano, triplicando los niveles de reserva en 2021. Mientras, las reservas para septiembre se mantienen sólidas con un 32% de cartera.
Por su parte, el turismo de grupos triplica las reservas del 2021 para los próximos meses. Otro factor que crece son las reservas directas, sobre todo en el turismo vacacional). Encima, el RevPAR o ingresos totales entre el total de habitaciones disponibles ya superaba en abril los niveles de 2019. Gracias a este cúmulo de elementos, parece evidente que la consolidación es más que posible.
No obstante, cabe señalar que las cancelaciones para este segundo trimestre del año continúan siendo superiores a las de 2019. A pesar de todo, se han reducido en 20 puntos porcentuales frente al mismo periodo de 2021. Eso sí, al mismo tiempo están aumentando en el mes de junio, de modo que todavía podrían producirse más en las siguientes semanas.
Preocupante escenario macroeconómico
A pesar de los positivos resultados y perspectivas, CEHAT y PwC llaman a la prudencia subrayando que el entorno macroeconómico es amenazante. En este sentido, el informe refleja cómo las previsiones de crecimiento mantienen el pesimismo. Consideran que la recuperación de España se va a ralentizar hasta finales de 2023.
La patronal destaca el rápido crecimiento del Euribor en la primera mitad del año, que cambia su tendencia (0,85% en junio). Dentro de las tendencias macroeconómicas, apuntan que el encarecimiento de las hipotecas produce una reducción en la capacidad de compra de las familias españolas. Además, a nivel internacional el escenario es también desalentador. Por ejemplo, la devaluación de la libra afecta a los turistas ingleses que ven cómo sus viajes a España se encarecen.
Además, tienen en cuenta el precio de la energía y la comida, que será elevado durante los próximos dos años. Y que las nuevas olas de Covid disparan los contagios, a pesar de que la mortalidad se haya reducido drásticamente. Es por estos motivos que el Smart Observatory apunta que la inflación prevista para los próximos años (superior al 4%) es estructural y no coyuntural.
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