Luz verde a la tasa turística en la Comunidad Valenciana con el apoyo del PSOE y el rechazo de la oposición
El ala socialista de la Generalitat respalda finalmente la iniciativa de Compromís y Podemos y califica la norma como una «apuesta por la libertad y la autonomía financiera municipal»
El pleno de las Cortes Valencianas ha aprobado este jueves el inicio de tramitación de la ley de la tasa turística, que ha contado con los votos a favor de todos los grupos que forman el tripartito de izquierdas de la Generalitat, tras un debate marcado por la oposición frontal de PP, Ciudadanos y Vox a este tributo que no comenzará a cobrarse previsiblemente, en caso de aprobarse, hasta 2024.
En concreto, se ha dado luz verde a la toma en consideración de la Proposición de Ley Valenciana de Medidas Fiscales para Impulsar el Turismo Sostenible, que incluye un impuesto autonómico bonificado al 100% a las estancias en establecimientos turísticos de todo tipo. Sobre este impuesto, los ayuntamientos tienen la posibilidad de establecer un recargo: esta es la conocida como tasa turística.
La norma es fruto de un acuerdo entre los socialistas con Compromís y Unides Podem refrendado en abril y ha generado desde entonces un intenso debate, con el rechazo tanto de la oposición como de asociaciones empresariales, pero también del propio secretario autonómico de Turisme, el socialista Francesc Colomer.
De hecho, la síndica del PSPV, Ana Barceló, sembró la duda sobre el apoyo de la formación al trámite y fue este miércoles, un día antes de la votación, cuando anunció su voto favorable, «sin renunciar a la capacidad de mejora durante su tramitación parlamentaria».
Por parte del PSPV ha defendido la propuesta Trini Castelló, que ha destacado que su formación cree que «la razón está siempre repartida» y «hay que escuchar». Así, ha reconocido que esta actitud ha llevado a «retrasar un poco» su fijación de postura, «sensibles a las dudas» del sector y los municipios después de que «la derecha se haya dedicado a generar de una manera interesada una contaminación informativa».
Por ello, ha querido «aclarar mentiras», entre ellas que la tasa sea obligatoria. «Los ayuntamientos no tienen que hacer absolutamente nada» si no quieren, ha sostenido, antes de añadir que la norma es una «apuesta por la libertad y la autonomía financiera municipal». Se ha preguntado «qué le pasa a la derecha que se le llena la boca con la palabra libertad y en realidad le molesta».
En la misma línea, la síndica de Compromís, Papi Robles, ha subrayado que la propuesta es fruto de un «proceso de diálogo» con asociaciones vecinales, patronales y trabajadores. Además, ha recalcado que el tributo es adecuado en un contexto de elevada inflación que está sufriendo la ciudadanía, en el que el turismo está consiguiendo cifras «cada vez mejores».
Robles ha preguntado a la oposición «cómo son capaces de intentar vetar la autonomía municipal» y «negar» a los ayuntamientos que puedan implantar un tributo que es voluntario.
Desde Unides Podem, Ferran Martínez ha señalado que la tasa turística que se debate este jueves «no es la de Unides Podem» sino fruto del acuerdo, con aportaciones de partidos, sector y expertos. Ha descrito la propuesta como «moderada» y «avalada por un montón de informes» y «la experiencia de años de aplicación» en muchos países europeos y en Cataluña y Baleares . Además, ha señalad que en Granada, Málaga y Sevilla se está reclamando una norma similar.
Asimismo, ha señalado que las personas que se han posicionado en contra «no han puesto sobre la mesa ni un solo dato veraz» y les ha pedido dejar de «desinformar» y el «negacionismo turístico», porque sus campañas han sido «un rotundísimo fracaso». Para Martínez, «todo momento» es bueno para aprobar el gravamen y ha asegurado que irán con esta propuesta «hasta el final».
«Día negro para el turismo»
Desde el PP, Manuel Pérez Fenoll ha calificado este jueves de «día negro para el turismo» pero también de «claridad» porque ha llegado el momento para que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se «retrate» y o «siga de rodillas» ante Compromís y Podem. El 'popular' ha aseverado que la «inquina hacia los que quieren estar con nosotros» es un «problema psiquiátrico», y ha apostillado además que el 62% del turismo nacional lo componen valencianos, por lo que son ellos quienes pagarán el gravamen, un dato que Ferran Martínez ha tachado de «falso».
Por parte de Vox ha intervenido Ana María Cerdán, que ha acusado a los miembros de Botànic de ser «pro cartilla de racionamiento y pobreza para todos los demás», y ha criticado que desde el PSPV haya diputados que voten a favor de un impuesto que después no pondrán en su municipio.
Asimismo, Carlos Gracia, de Ciudadanos, ha tachado el tributo de «tasa de la vergüenza» y «despropósito», y ha afirmado que su tramitación comienza «sin el apoyo del gobierno valenciano» ni es «fruto de una política consensuada», por lo que es «contraria a la corresponsabilidad» que rige en la Ley de Turismo, además de «una puñalada por la espalda al sector turístico y con ello a todos los valencianos».
La oposición respalda a Colomer
Asimismo, las tres formaciones de la oposición han puesto en valor el trabajo y la posición del secretario autonómico de Turisme, Francesc Colomer, del PSPV-PSOE pero contrario al gravamen.
Pérez Fenoll ha señalado: «No estamos en contra de Francesc Colomer. Él sí que sabe de turismo», y ha señalado que en el PSPV «tienen a un sabio» pero «lo maltratan». «Al final gritaremos 'No te vayas Colomer'». Ana María Cerdán lo ha descrito como una de las «pocas personas que realmente sabe cómo funciona el turismo en la Comunitat» y Carlos Gracia como «máxima autoridad en turismo».
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