viernes, 15 de abril de 2022

ECONOMÍA DEL TURISMO. España. Crisis turística pospandemia.

La crisis turística para la que debemos prepararnos

Hoy quiero hablaros de mi punto de vista sobre el futuro del turismo a corto medio plazo. Hablaremos de la crisis turística que se ha desencadenado, pero también de respuestas y de soluciones. Vaya por delante que no me considero experto en macroeconomía, aunque sí trato de estar informado.

Hace unos meses, en septiembre de 2021, cuando todo el mundo hablaba de una increíble recuperación del turismo, escribía yo para TecnoHotel un artículo con el título Casandra y las predicciones respecto a la recuperación del turismo. En él invitaba a no dejarse sorprender por los titulares y tratar de profundizar, no solo en el contenido sino en la veracidad de este.

También hablaba de que nos debíamos preparar para posibles amenazas, que surgirían, más pronto que tarde. Algunas como inflación, estanflación, conflictos internacionales, reducción del crédito bancario, escasez de productos básicos, cambio climático, hackering y (r)evolución laboral.

Hoy, 6 meses después, me veo en la obligación y en la necesidad de volver a hablar de ello. Como no es de extrañar, gran parte de estas cosas se están cumpliendo.

El contexto de la crisis actual

Siento esta obligación y necesidad de hablar cuando, entre otros titulares, leo cosas como que Ana Botín dice que «hay que viajar para generar confianza». Que Expedia comenta que el de «2022 será uno de los mejores veranos de todos los tiempos». O que Reyes Maroto «descarta un efecto inmediato de la guerra en el turismo».

Señora Botín, muchas de las personas a las que usted anima a viajar, pedirán, para poder hacerlo, créditos a su banco. Y, si pierden su puesto de trabajo (cosa que, en la situación a la que vamos, es más previsible que improbable), no tendrán cómo pagarlo.

Señores de Expedia, ¡lo será! Pero preparémonos para lo que se nos viene encima.

Señora Maroto, ¿de verdad?

Estoy de acuerdo en que, si queremos salir de esta crisis, en el mundo que hemos creado, no hay otra que estar continuamente activando. Activando la economía, como hámsteres. Pero creo que tenemos una responsabilidad:

  • Los políticos, la de compartir información veraz, completa y no segmentada o interesada.
  • Las empresas, la de empezar a entender (y tratar de prevenir) la que se nos viene encima.
  • Las personas, nosotros, la de no dejarnos engatusar por unos y otros, sino más bien, investigar y sacar nuestras propias conclusiones.

Estoy harto de escuchar absurdeces. Como que esta crisis es coyuntural. Que estamos en cifras récord de empleo, sin contar los miles de ERTEs, contratos públicos nuevos y contratos indefinidos que en realidad son fijos discontinuos. O que que crecemos más de un 2%, cuando venimos de un decrecimiento del 11% y España nunca ha sido capaz de crear empleo por debajo del 2% de crecimiento.

Pero no podemos ni debemos echar solo la culpa a políticos, medios de comunicación o empresas.

Los optimistas conscientes

El otro día moderaba una mesa redonda en la que hacía el siguiente planteamiento: el trabajo de un Revenue Manager es optimizar cada día el beneficio del hotel. Estamos hablando de que este verano será uno de los más potentes, porque el cliente quiere viajar y aún tiene dinero. Por otro lado, puede ser que ese dinero que vamos a gastar en viajar para quitarnos el mono nos pueda hacer falta si está temida crisis que muchos auguran llega con fuerza.

Entonces les preguntaba a mis compañeros de mesa: «¿qué le recomendarías a tu primo Paco?» En el ejemplo explicaba que es un treinteañero dosmileurista, con 10.000 euros ahorrados en el banco. Tiene un trabajo indefinido en un hotel como jefe de recepción y muchas ganas de viajar con su familia porque lleva dos años sin hacerlo. Su presupuesto va a ser, para ese tan deseado viaje, de 3.000€.

Ellos se tomaban esta pregunta con humor, daban soluciones ingeniosas para que el primo Paco viaje sin miedo. Aludían a la responsabilidad de cada uno a que el dinero se siga moviendo. Le quitaban importancia e, incluso, charlando con los asistentes, alguno me dijo «no podemos ser tan pesimistas». No les culpo, ni a mis compañeros de mesa ni a los asistentes. Vivimos en una cultura acostumbrada a eludir aquello que nos incomoda. Somos más cigarras que hormigas.

Y es que, a lo que algunos llaman «pesimistas», yo nos llamo «optimistas conscientes». Además, muchos de los que se denominan a sí mismos optimistas, igual deberían pensar si ese optimismo es realista.

Trabajo, entre otros, para hoteles. Obviamente, a mis clientes les digo que traten de vender todo lo que puedan. Pero también como persona que trabaja para otras personas, considero que muy pocos son conscientes de las complicaciones que ya han llegado.

Ojalá esté equivocado en mis previsiones pero, de momento, he decidido reunir alguna información, que creo que os puede ayudar a entender, con mejor criterio, lo que está por venir.

Subida del coste de vida

El 16 de marzo, Jerome Powell anuncia que las tasas de interés (el precio del dinero) suben (hipotecas, créditos). Pasan de un rango 0 – 0,25 a 0,25 – 0,50. En definitiva, se acaba el dinero gratis que se abrió en marzo de 2020

¿Por qué? Para frenar la inflación. No hay que perder de vista que cuando algo está barato, ese algo pierde valor. Y no solo eso, planean hacer 6 subidas de aquí a final de año con la idea de que pueda terminar en el umbral del 2%. El BCE tiene toda la pinta de que seguirá las indicaciones de EEUU.

Algunas consecuencias y reflexiones sobre este punto:

  • Si aumentan los tipos del dólar este se hace atractivo y degrada al euro. Exportar se facilita, pero importar se encarece. Y no hablamos solo de lo que compremos a Estados Unidos hoy día, pues casi todo se compra en dólares.
  • Si lo que queremos exportar tiene componentes que hemos comprado en dólares, por derivación, nos saldrá más caro hacerlo.
  • La inflación se situó en el 7,9% en EEUU y se estima que a final del mes de marzo subirá el 8%. Esto ya de por sí es un problema. Aún más si tenemos en cuenta que la subida del IPC es acumulativa. Por lo que, si el año pasado teníamos un 6% y el siguiente un 7%, acumulamos más de un 13%. Un dato, para verlo en perspectiva, es que en el año 1979 llegó a estar al 10 % y en el 82 al 20%. Esto se replicó en todo el mundo. ¿Qué hacemos ahora? ¿Subir los tipos es la mejor opción? ¿Frenar la economía? ¿Dejar que pase el tiempo a ver que pasa? ¿O se ajustaran los precios solos?
  • Los sueldos no van a subir acordes a la inflación.
  • Cuando haces la compra te das cuenta de que los precios suben más de lo que indica esa estadística.
  • Los impuestos asociados al consumo suben y el gobierno, por tanto, generará mayores ingresos. Este podría hacer una cosa que se llama «deflactación» para que la subida de precios no afecte a los impuestos que pagamos. Pero, ¿un gobierno con una deuda pública del 120% se puede permitir esto? A mediados de marzo de 2022, Pedro Sánchez dijo que habría rebaja fiscal. No aclaró ni para quién, ni sobre qué, cómo ni cuándo.
  • Además, para los emprendedores/empresarios, todo indica que los costes como autónomos subirán de manera exponencial este año.

Creo que no hace falta más explicación para que puedas entender cómo te afecta esto, estés en paro, seas empleado, empresario o gobernante.

El problema de la compra de deuda

Países como España, Italia, Grecia y Portugal viven, en parte, de vender su deuda al banco europeo. ¿Quién nos la comprará si las cosas siguen así?

Comparación con otras crisis

No todas las crisis son iguales y creo que es interesante verla en perspectiva. Esta, frente a otras anteriores, es especial. Lo es por factores que hasta ahora nunca se habían dado a la vez: pandemia, estanflación, conflictos internacionales, reducción del crédito bancario, escasez de productos básicos, cambio climático, hackering, (r)evolución laboral y la velocidad con la que se aceleran las consecuencias en un mundo tan globalizado y conectado como el actual.

Pero, sí podemos asemejar esta crisis a una histórica no sería tanto a la de 2008 sino, más bien, a la de los años 70. En la crisis financiera de 2008 se produjo un parón de la demanda, por lo que no se generó inflación. Esto permitió a la Reserva Federal y al BCE bajar los tipos de interés y comprar deuda, lo que permitió que los muy endeudados no se fueran a la quiebra. Pero ahora la crisis viene por parte de la oferta. En este caso, los muy endeudados tendrán más complicado salvarse. Muchos se convertirán en insolventes, debido a que los bancos no pueden bajar los tipos de interés o comprar más deuda

En resumen:

  • Las crisis financieras se producen porque el crecimiento de la demanda depende del crecimiento del endeudamiento y, cuando se corta el crédito, la demanda se reduce, lo que comporta una caída del PIB y de la inflación.
  • Las crisis energéticas se producen porque ocurre algo que hace subir el precio de todo, lo que comporta una caída del PIB y una subida de la inflación.

Por lo tanto esta crisis pinta peor porque no permite las políticas de estímulo de la demanda, ya que, estimulando la demanda, solo consigues más inflación.

Guerra

A continuación vamos a entender algunas de las circunstancias y consecuencias de los principales actores de este conflicto bélico:

Rusia

  • Se devalúa el rublo.
  • Es el mayor poseedor de dólares en el mercado interbancario europeo. En el momento en el que se ha impedido que Rusia ponga dólares en este mercado, el dólar sube y se deprecia el euro. Para resumir con un ejemplo muy visual: tenemos que usar nuestros euros para comprar dólares para poder comprar petróleo y que, además, esté más caro.
  • El FMI anuncia, a mediados de marzo, que Rusia está al borde de la suspensión de pagos. Se dice que en un año Rusia quiebra en un 71% y a 5 años en un 81%. Mientras, pocas semanas antes la predicción era del 50%, por lo que parece que cada vez es más evidente que esto ocurra. Si ocurre, habrá que pagar los seguros. Es posible que se aplique sobre esa deuda CDS / credit default swaps. Esto es lo que ocurrió con Grecia, cuando en esos momentos quebraron Lehman Brothers y AIG, y se le tuvo que perdonar/cubrir.
  • Hay 1,3 millones de turistas rusos que no pueden venir a nuestro país y, si vienen, no pueden transaccionar.

Europa

Rusia tiene deuda en todas partes, entre ellas en bancos europeos. Que quiebre Rusia no es nada bueno para Europa. Además, es uno de nuestros principales proveedores.

Estados Unidos

Tras años de impresión de billetes, parece que no va a seguir con la rotativa ya que, de hacerlo, incrementaría su inflación y no le conviene. Si ni ellos ni los Rusos van a mover dólares, esta moneda estará super cotizada en Europa, pues es una de las principales monedas de cambio que manejamos.

España

Mientras que países como EEUU tienen la economía sobrecalentada, nosotros tenemos exceso de oferta que está especialmente afectada por los costes de producción. El 40% de las empresas españolas están con problemas financieros y el 55% con problemas de liquidez.

Recordemos que España, antes de la guerra y de la pandemia, ya tenía algunas crisis internas de difícil solución. Hablamos, entre otras, de insostenibilidad de las pensiones, déficit público o paro. También de subidas del salario mínimo interprofesional a un nivel que no nos podemos permitir, lo que está generando menos empleo.

China

Podría parecer ser el país que más se está viendo beneficiado por toda esta crisis, pero realmente a China le conviene que todo esté estable para poder seguir creciendo al mismo ritmo. Algo a destacar es que tiene el 30% del gasóleo del mundo. Ellos lo refinan y han dado orden a todas sus refinerías de que, a partir de abril, no exporten.

Países con petróleo

Es a países como Venezuela, Argelia, Qatar y, en general, a las monarquías del golfo, a quienes, obviamente, más está beneficiando la guerra.

Ucrania

Os lo podéis imaginar. A todo lo negativo ya mencionado respecto al resto de países, se suman más muertes. También control, de una manera u otra, por parte de quien venza y familias desestructuradas con sed de venganza.

Covid

Esto es una de las cosas que más me asombra. Llega una crisis y parece que la anterior ya ha desaparecido. Pero parece ser que debemos andar ojo avizor, pues hay una ómicron silenciosa que puede dar guerra.

Posibles consecuencias de todo esto

Sirva todo lo anterior para contextualizar y poder entender las siguientes conclusiones enfocadas al sector turístico:

  • Costes de suministros: Los negocios necesitarán optimizar costes. En el mejor de los casos, sus suministros subirán, pero, inevitablemente, necesitarán subir precios. Aunque no digo que lo consigan.
  • Bajada de la demanda: Estamos hablando de una crisis global. Menos clientes y, estos, con menos dinero.
  • Paro: en una economía que no tendrá demanda y, teniendo en cuenta la situación que llevamos arrastrando desde marzo de 2020, el aumento del desempleo será inevitable.
  • Bajada de precios: Como consecuencia de lo anterior.
  • Desinversión y parálisis: Sin dinero, las empresas no podrán invertir.
  • Movilizaciones, protestas y huelgas: Ya ha empezado con la huelga de los transportes de mediados de marzo.

Soluciones

No hay una solución fácil que favorezca a todos. Me gusta más entenderlo como el inicio de una transición. En toda revolución económica ha habido movimientos y se ha generado un periodo de ajuste. El mundo cambia cada vez más rápido y pienso que todo lo que estamos viviendo es fruto de lo acelerado que va.

Hay quien dice que la única solución es el Gran Reset pero, hasta que esto llegue, lo que creo que podemos y debemos hacer se estructura en varias categorías.

Los empresarios

1. Leer y entender los datos

No estoy hablando de machine learning o de nuevas tecnologías, aunque obviamente ayuda. Estoy hablando de ir siempre un paso por delante y prevenir lo que pueda pasar.

2. Mejorar los procesos de negocio y automatizar

Sí, se que es poco popular hablar de esto, y más en un sector en el que se considera el trato humano como imprescindible. Pero, como decía Stephen Hawking estamos cada vez más cerca de un mundo con un desempleo del 60% en el que solo habrá creativos y supervisores. Dicen que es bastante probable que desaparezcan en:

  • 3 años: cajeros, empleados de fast food, jardineros y contables.
  • 5 años: asistentes médicos, policías de tráfico, recepcionistas y personal de oficina.
  • 8 años: taxistas y camioneros.
  • 10 años: abogados, dentistas, directores de RRHH y peluqueros.

Sus sustitutos serán máquinas ideadas por mentes creativas y gestionadas por supervisores.

3. Entender cuál es el camino hacia el que evoluciona tu negocio

Cabify y Uber son las empresas más grandes del mundo del modelo taxi sin tener un solo taxi, Airbnb de alojamiento sin tener una sola cama, Nokia murió en un tiempo récord siendo líder de mercado… Hay hoteles que, con la pandemia, han sabido reinventarse. El resto deben preguntarse si están trabajando en la evolución del negocio.

4. Estar en beta permanente

Ya no solo los negocios o sus recursos humanos, sino el propio empresario.

5. Pactos empresas – empleados

Las empresas tendrán que hacer pactos con sus empleados. Las primeras deben plantearlo con transparencia y ser conscientes de que se apretarán el cinturón si los empleados actúan en consecuencia.

7. Criptomonedas

Hasta ahora siempre se había hablado del bitcoin como una inversión de riesgo y volátil. Con la guerra y el acopio que está haciendo Rusia para sortear los bloqueos de Estados Unidos y Europa, parece que se está empezando a considerar como inversión refugio.

No digo que las criptomonedas sean la solución para nada, pero sí que esta guerra ha puesto de manifiesto que están aquí para quedarse.

Los gobiernos

Los gobiernos tendrán que hacer su parte, aunque los expertos ven poca solución a corto plazo. No tenemos herramientas: si suben los tipos de interés habrá consecuencias y, si retiran los estímulos, también.

¿Qué puedes hacer tú?

Informarte y actuar en consecuencia. Aunque insisto en que no soy experto en macroeconomía, hay una cosa lógica que explicaré. Parafraseando al Ministro de economía, Fuentes Quintana, tres días después de su nombramiento en pleno estreno de la democracia en España: «Una sociedad es como una familia: si insistimos en gastar más de lo que ingresamos, acabaremos por agotar nuestros ahorros y nuestro crédito».

No podemos ignorar esta situación. Ni en el terreno empresarial, ni en el ambiental, ni en el intergubernamental, ni en el personal. Ojalá esto que estoy contando no se convierta en una realidad y ojalá que, si te puedes permitir, ahora y en unos meses, ser de quienes ayuden a activar la economía, lo hagas. Pero ojalá también que, si no conocías toda esta información, pueda ayudarte a tomar decisiones con respecto a tu futuro.

Quiero agradecer también a Marc Vidal, sin cuya ayuda, día tras día, no sería capaz de formarme un criterio para poder entender el mundo económico y financiero y en cuyas enseñanzas están basadas gran parte de estas reflexiones.

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