jueves, 3 de septiembre de 2020

ECONOMÍA DEL TURISMO. Coronavirus. Reapertura. Debate sobre el turismo interno en Mendoza.

Turismo interno: la nueva grieta en nuestra sociedad


NATALIA TRASORRAS


En las puertas de un nuevo fin de semana largo, las posturas antagónicas se hacen sentir.

La pandemia, el confinamiento y la “nueva normalidad” dieron cuenta de algunas actitudes dignas de sobresaltar y otras no tanto. El ADN argentino no puede con su genio y siempre debe debatirse, en forma férrea, entre dos posturas; Boca o River, peronista o radical, derecha o izquierda y, ahora, turismo interno o salud.

Muchas veces, cuesta alejarse de algunas posturas, analizar la situación y ser objetivos. Como sucede en pocas provincias, en Mendoza está habilitado el turismo interno, más allá que desde hace algunos días la cantidad de casos se haya incrementado en las zonas más pobladas.

Malargüe ha luchado por fortalecer el turismo durante décadas y hoy, a lo natural, tranquilo, bello y aventurero se le sumó el slogan de “seguro”.

Muchos malargüinos salieron a decir “no al turismo interno”, pero otra realidad, también numerosa, le sigue diciendo sí.

“El turismo interno no es suficiente, lo voy a seguir sosteniendo, hoy por hoy no nos cubre ni el 20% que necesitamos de la masa laboral pero, indudablemente suma”, manifestó para Malargüe a Diario Floridor González, directivo de la filial de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina a nivel provincial

En Mendoza, desde que comenzó esta “nueva normalidad” existen 3 modalidades de hotelería: el hotel sanitario Covid, el de trabajo de esenciales y el de turismo interno. En Malargüe hay dos hoteles que se encuentran trabajando en la modalidad sanitario Covid, dos que lo hacen con trabajadores esenciales y, el resto, está abocado al turismo interno. “Al día martes, había una muy buena cantidad de gente que quería movilizarse hacia Malargüe por la seguridad que brinda, por la tranquilidad que tiene y su calidad paisajística”.

Según explicó González, para que el turista llegue a Malargüe, primero debió hacer la correspondiente reserva (que incluye una seña, en la mayoría de los casos, del 50%), “el cabañero u hotelero que hace 100 días que no trabaja salió desesperado a comprar los insumos para poder atender a su turista, con qué devuelve la plata si el turismo interno no puede caminar”.

Para llevar tranquilidad a la población, González se refirió a los protocolos con que cuentan los alojamientos como “muy exhaustivos” y aprovechó para explicarlos: “Un turista para llegar a Malargüe tiene que pasar por 3 controles donde presenta declaración jurada, la reserva del alojamiento, se le toma la temperatura en los 3 controles y al llegar al hotel hay todo un protocolo de trabajo con ese turista; utilización de barbijo, guantes, nuevamente se le toma la temperatura, la capacidad del alojamiento se encuentra reducida al 50%, las mesas para el desayuno deben estar a 1,5 mts entre sí, todo esto además del protocolo que tiene el sector de mucamas”.

Para concluir, González se refirió a la presentación que hicieron concejales del Bloque Justicialista pidiendo el cierre al turismo interno, “me parece totalmente desubicado y fuera de lugar en el momento que lo han presentado, se tendría que haber hecho 10 o 20 días antes, no en un fin de semana donde se produce esta situación, es pernicioso, a eso sumarle una encuesta que hizo una oficina de la Municipalidad de Malargüe, en una población a nivel general, donde la misma no está concientizada de lo que le derrama económicamente el turismo, la encuesta se tendría que haber hecho en el sector turístico y hubiera dado positiva”.

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